El Rey Lex

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Maratón 2/4

Uno de mis captores que ahora sabía que no eran delincuentes si no soldados de krypton, aprovechó mi estado distraído para ponerme unos grilletes en las manos, fui tomada de cada uno de mis brazos y arrastrada hacia dentro del palacio, no podía creer lo que veía, krypton era más fuerte de lo que yo pensaba.

Traté de resistirme a los guardias, pero estos me sujetaron más fuerte, necesitaba salir de ahí, debía volver con mi hijo, era solo un niño y estaba solo, uno de los guardias abrió una gran puerta y entramos a lo que parecía un salón del trono, una silla imponente hecha en oro estaba colocada hasta el frente en la cima de unas escaleras, los guardias me obligaron a arrodillarme y esperar a su gobernante.

… 

Liam era un niño muy tranquilo, dormía mucho y tenía el sueño muy pesado como mi Kara, las primeras semanas nos costó mucho acostumbrarnos a la nueva rutina de despertar a alimentar al bebé, Kara me había ayudado mucho, ella se encargaba de levantarse por Liam y llevarlo hacia la cama para que lo alimentará.

Mi amada en el día se iba a trabajar y nos dejaba en casa pues decidí tomarme unos días de reposo antes de volver a dar clases, durante el tiempo que Kara estaba fuera yo me dedicaba a cuidar de la casa y de mi pequeño, cocinaba para mí alfa y le leía a Liam.

Cuando Kara llegaba a casa siempre me llevaba algún obsequio, alguna flor o algún dulce, en cuanto entraba a casa ella corría abrazarme y besarme y obviamente a robarse a nuestro hijo, el haber crecido sin padres no había mermado para nada la capacidad de mi amada para ser una excelente madre que le daba todo su amor a su hijo y claro a mí su pareja.

Liam tenía exactamente un mes cuando decidí volver a la escuela, una de las ventajas de ser mi propia jefa eran que podía llevar a mi pequeño conmigo, Kara instaló una cuna muy discreta en el salón de clases y ahí era donde Liam se la pasaba durmiendo mientras yo instruía a mis alumnos, mi nueva vida como madre era satisfactoria.

-Esto pequeño es encantador, tiene los mismos ojos de Kara. -La madre de Oliver le estaba haciendo cariños a mi bebé.

-Tal vez tenga mis ojos, pero definitivamente tendrá el cabello de Lena. -Kara quitó su atención de la comida para responder.

-Será un rompe corazones con esa combinación. -Yo sonreí, no quería ni imaginarme el día que mi pequeño se convirtiera en un hombre.

Al igual que la mujer de la taberna, Liam tenía encantados a todas las personas del pueblo inclusive Gayle que siempre era seria y reservada cuando me veía con mi niño se acercaba a saludarlo y a jugar con el.

Los meses siguieron pasando y Liam creciendo, cuando su pequeña cabeza se llenó de cabello resultó ser pelinegro al igual que yo, cuando cumplió medio año de vida ya era un bebé gordito y cachetón de ojos azules y cabello negro.

- ¿Kara habías visto esto?, Liam tiene la misma marca que tú. -Mi amada se acercó a inspeccionar el pecho de nuestro bebé.

- ¿Cómo es eso posible? Pensé que era una cicatriz. -Kara seguía viendo la marca de mi bebé mientras hablaba sorprendida.

-Tal vez sea una marca de nacimiento, sé que no recuerdas a tus padres pero ¿qué tal si tú padre la tenía y te la pasó a ti y ahora tú se las has pasado a él?-Kara me miró dudosa.

-Eso significaría que tuve una familia alguna vez y que fui arrebatada de su lado, prefiero no pensar en eso y concentrarme en ti y nuestro bebé, ustedes son lo único que me importa. -Kara me besó y después me ayudó a terminar de bañar a Liam que pataleaba feliz en el agua.

El haber visto la misma marca en el pecho de Liam y en el de Kara me hacía pensar que algo se ocultaba de nosotras, mi naturaleza curiosa me llevó a buscar una respuesta, busqué en los libros que tenía en mi biblioteca personal pero no encontré nada, así que le pedí ayuda a Winn.

El Río RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora