El Río Rojo

Luthor y El

Habían pasado ya cinco días desde que regresamos a Argo, mi herida en la espalda estaba sanando de forma increíble, todo gracias a los cuidados de mi Kara, ella me llevaba comida a la cama y me ayudaba en mis actividades, también se encargaba de curar la herida tres veces al día, no importaba en donde necesitaran a la Reina, mi esposa siempre estaba disponible para cuidar de mí.

Según Brainy, pronto podría levantarme y comenzar con un entrenamiento físico moderado, eso era lo que más esperaba, Kara me necesitaba para pelear a su lado, mi alfa me había contado sobre los planes de guerra, Argo sería el escenario principal para la batalla, conociendo a mi hermano, él estaría encantado.

Kara se había reunido con sus generales para informarles sobre los refuerzos, según la información que mi amada compartía conmigo cada noche, Krypton había reducido los números de Luthoria a lo largo de los cinco años que Kara llevaba reinando, pero ahora sabían que Luthoria tenía un ejército secreto que el general Danvers había reunido y más los soldados de kasnia, el ejército de Lex podría poner en aprietos a Krypton, por eso ahora estaban buscando aliarse con otros reinos.

- ¿Lena me has mandado llamar?-Nia entró sonriente a la habitación.

-Hola Nia, si, necesito tu ayuda, verás, tengo algunas ideas en mente que podrán ayudar a Kara y al ejército en la batalla, pero necesito trabajar en un lugar solo donde nadie pueda salir lastimado, ¿me ayudarías a buscar ese lugar? - Le sonreí y ella pareció pensar mi petición.

-Creo que conozco un lugar, el taller de Brainy, le preguntaré y te diré la respuesta, ¿Cómo te sientes?-Nia se sentó al lado mío en la cama.

-Estoy bastante bien, me duele un poco la espalda, pero siento que ya puedo levantarme y trabajar un poco, no estoy acostumbrada a la pereza, ¿Que hay de ti Nia?- ella me sonrió pero su expresión no se veía natural.

-Tengo miedo Lena, no quiero morir en esta guerra, Kara ha dicho que tenemos que evacuar pronto, solo espero que tú y nuestros amigos salgan con vida, sabes me alegro de que Liam esté lejos de aquí a salvo, pero, estaría más tranquila si ti también lo estuvieras, aunque entiendo que quieras luchar, eres valiente. - sostuve las manos de Nia para consolarla.

-Vamos a estar bien Nia, no vas a morir y nuestros amigos tampoco, pronto todo esto terminará y viviremos tranquilos, gracias por preocuparte por mí, Alex y yo estaremos entrenando pronto, tal vez puedas unirte alguna vez.- Nia sonrió un poco más feliz y asintió.

-Me encantaría entrenar, siempre he pensado que las omegas también podemos defendernos, gracias Lena. -Nia me abrazó delicadamente y se levantó de la cama. - Iré a hablar con Brainy, se que estará encantado de prestar su taller.

-Gracias Nia, eres mi ángel salvador. -Nos sonreímos una última vez y ella salió feliz de la habitación.

Cuando Nia se fue me levanté de la cama, mi escritorio estaba lleno de pergaminos y plumas con tinteros, Kara se había encargado de conseguir todo lo que necesitaba para que no me aburriera, me senté lentamente en la silla del escritorio y abrí un libro junto con algunos pergaminos, me dedique a estudiar y formular cosas, eso me ayudaba a distraer mi mente y no pensar en mi hijo que estaba lejos de mí, sin Liam sentía como si una parte de mi ser estuviera alejada de mi, lo extrañaba tanto.

No supe cuánto tiempo pase escribiendo y formulando cosas, estaba a punto de encontrar algo que nos ayudaría en la guerra, tal vez nos daría una ventaja aún mayor con mi hermano.

-Hola Lena, Espero no lleves mucho tiempo en ese escritorio, Traje el almuerzo amor. - Kara entró cargando una bandeja con comida.

-Hola cariño, solo un poco de tiempo, creo que descubrí algo que nos ayudará en batalla. -Kara hizo una mueca de enojo, aún no le convencía el dejarme participar en la batalla.