Ceremonias

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Hola a todos, aquí está el nuevo capitulo para ustedes, no olviden votar y comentar.
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Kara

Lex había atacado las aldeas de la frontera reclamando las como territorio para Luthoria, eso no era nada sorprendente, mis soldados tenían la orden de no luchar al cien, solo debían cansarlos y dirigirlos a la batalla de trampa, Astra seguramente pensaría que caímos en la trampa, pero la única que estaba en aprietos era ella.

Junto con mis generales teníamos un plan y lo seguiríamos al pie de la letra, podía sentir la victoria en mis manos, con la ayuda de los doce clanes y los inventos de Lena, Lex no podría contra nosotros.

-Kara. Vine en cuanto escuché lo del ataque, dime ¿Cómo quieres que ayude? - Kal entró en la habitación, se veía desaliñado y olía a alcohol.

-Kal, ¿Te encuentras bien? - mi primo me observó y una sombra pasó por sus ojos.

-Estoy tan bien como se puede estar después de lo que le pasó a mi padre, perdóname Kara no podía ver la ejecución, entiendo que él se equivocó y que la traición es imperdonable. Solo quiero que sepas que aunque él me engendró, jamás me comprendió ni me enseñó nada, eso lo has hecho tú y mi lealtad está contigo.- Kal terminó de hablar y las lágrimas se deslizaban de sus ojos.

-Eres más que un primo para mí Kal-El, jamás me cansaré de decírtelo, te quiero Y confío en ti, lo que pasó con Jor-El fue algo horrible para todos, pero él buscó su camino, Ahora hay que seguir el nuestro.- me acerque a Kal y lo abracé dándole consuelo.

-Gracias Kara, ¿Sabes lo que más me duele?, Que no haría nada para cambiar las cosas, ayer me dolía tanto pensar que mi padre no conocería a su nieto y después me di cuenta que en realidad quien quiero que lo conozca eres tú y me sentí pésimo porque no cambiaría la vida de mi padre por la tuya y luego recordé que ni siquiera te he contado que Lois tendrá un cachorro. - Solté a Kal y lo observé a los ojos.

-Kal eso es una excelente noticia, será un bebé hermoso y estaré encantada de conocerle, serás un gran padre.- volví abrazar a Kal.

-Solo espero ser la mitad de buena de lo que eres tú Kara, Rao se llevó a un El, pero, nos envió a dos más. -Solté a Kal y Asentí a sus palabras.

-lo serás Kal, antes de que te vayas, quiero pedirte un favor, el consejo aceptó que me casé con Lena, Sam y Alex serán sus madrinas, quería pedirte que tú y Lois sean mis padrinos ¿Aceptan?- Kal sonrió por primera vez y asintió.

-Por supuesto Kara, nada me daría más honor y felicidad, ¿Ya tienes tu traje de novia? - yo negué y él suspiró.

-Sé que estamos en guerra, pero solo te casas una vez, busquemos al sastre real, espero que no lo hayan evacuado ya. -Kal me hizo señas y salimos de mi cámara privada.

Al fin había llegado el día, tenía mi túnica lista para arreglarme, la boda sería sencilla pues no había tiempo para algo más, pero Lena y yo estábamos de acuerdo en eso, tal vez cuando Liam regresará haríamos una gran ceremonia, pero ahora sabíamos que nuestro hijo estaba lejos y que la guerra estaba tocando a nuestras puertas.

Dejando un poco en el olvido la guerra, comencé a vestirme, observé en el espejo mi cuerpo desnudo, tenía tantas cicatrices que no entendía como Lena seguía deseando tocarme, ella era el ser más hermoso del mundo y yo solo era su humilde servidora, tenía claro en mi mente que viviría y moriría por Lena.

Poco a poco fui colocando mi ropa en color blanco con detalles en dorado, puse la camisa y el pantalón y encima una túnica en blanco con una banda de tela azul celeste, coloqué mis botas blancas y me arreglé el cabello, no me gustaba que me ayudaran a vestirme, jamás nadie lo había hecho así que podía prescindir de ello.

El Río RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora