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—Y... ¿De qué deseas hablar?

—Bueno, veo que con Rubius tienes una bonita amistad, ¿Verdad?

—Oh si, osito es mi único amigo en este mundo y lo quiero mucho— Explicó feliz.

—Eso lo sé, pero... ¿Nunca has pensado en que tal vez... Vegetta te lo aparte algún día de tu vida?

—¿Samu? Claro que no— Ríe con ternura— Él y osito son pareja y estoy feliz por ellos, pero dudo que Samu me lo aparte de mi vida, ambos compartimos a osito.

—Hay Nieves, Vegetta se ve que es buena persona pero en realidad es alguien cruel y posesivo, no confíes mucho en él.

—¿Cruel? ¿P-posesivo?

—Si, quiere a las personas solo para él y créeme, hará cualquier cosa para alejarte de Rubén y que tú quedes como segundo plano.

—No... Samu no tiene valor a tal cosa... Akira dice que él es un buen hombre y yo le creo.

—Vamos pequeña, ¿A quien le vas a creer? ¿A una chica que es amiga de Vegetta y es igual de posesiva que Vegetta o a mi que soy un chico sincero y que no tengo valor a mentirte?

—¿Akira también es mala? Pero... Si su carita preciosa dice lo contrario...

—Akira no es tan mala como lo es Vegetta, pero volviendo al tema, ¿A quien le creerás más?

—Pues a ti... Tu te ves muy sincero...

—Eso es, somos amigos y yo jamás te mentiría...— Poso sus manos sobre los hombros de Nieves— Así que escúchame, si quieres mantener a tu lado a Rubius, debes de tener cuidado de Vegetta, no te descuides ningún momento de él y recuerda, no confíes en él...

—Si Esmeraldita... D-digo, Staxx...

—Puedes llamarme como quieras, no te preocupes— Sonrió suavemente, pero en realidad esa sonrisa estaba llena de felicidad por lo fácil que era de convencer a Nieves...

(...)

8:30 de la noche, Rubius estaba que se moría de la preocupación al no ver a su niña en la casa, era como padre sobreprotector pero sus motivos tenía, con tantos maliantes en Karmaland, era normal preocuparse.

La puerta de casa se abrió y en ella ingresaba Nieves con una expresión en su rostro bastante normal, Rubius al verla no dudo en acercarsele.

—¡Nieves! ¿Dónde coño te habías metido?— Revisaba cada parte del cuerpo de la rubia en búsqueda de algún rasguño.

—Estaba caminando por el bosque y se me pasó el tiempo, lo siento— Nada extraño, una mentirita piadosa.

—No vuelvas a salir de casa sin avisarme, me tenías preocupado y con la preocupación matandome, ¿Que mierda pasa contigo? Tu no eres de salir de casa así nada más.

—Hay osito, ya te explique lo que pasó, deja de hecharme la bronca que no tengo culpa de nada que el tiempo se me haya ido volando— Dijo bastante molesta.

El albino se sorprendió por esa agresividad tan de la nada por parte de la chica, era la primera vez que Nieves le hablaba de tal forma que incluso, le dolió esas palabras inofensivas e insignificantes.

—Nieves... Nunca me has hablado así...

—Es que me estás haciendo un interrogatorio y es normal que reaccioné así, tu te vas con Samu y no te digo nada.

—Pues porque Vegetta es mi pareja y tú sabes perfectamente que si no estoy en la casa es porque estoy con él o con los demás.

—Venga, protege a Samu y a mi regañame, en fin— Y se marchó molesta a su habitación, dejando en la sala a un Rubius confundido y sin entender nada.

Corazones reparados~•❤️❤️ [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora