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Llevamos al rededor de 30 minutos en tratar de meter a Vegetta a su propia casa, pero el cabron está Mamadisimo y no se dejaba.

- ¡Venga! Que estás muy borracho, que te tienes que irte a dormir— ese era Willy, también tratando de que Vegetta entre a su habitación.

- Colabora un poco cabron— y ese era yo, ya me estaba comenzando a cansar de este tonto.

- Me iré a dormir cuando Willy se valla.

- Claro que no, Willy está aquí para ayudarme y--

- Rubius..— la voz de Willy me interrumpió— creo que tiene razón... Te espero afuera— dicho eso, se fue con una cara de tristeza y salió del lugar lo más rápido que pudo.

- Así... Está mejor...— aclaro Vegetta para después irse a su habitación como si nada había pasado.

Así que ahí me quedé yo, como un completo tonto, en medio de la sala, sin entender nada de lo que estaba pasando.

Salí del lugar y afuera del jardín de Vegetta, ahí estaba Willy sentado en una piedra, mientras miraba el horizonte, se escucha muy cliché pero en verdad estaba mirando el horizonte, me acerque y me senté a lado de él.

- Tío, te noto decaído a ti y a Vegetta, ¿Que le hiciste ahora?— sabía que él era el culpable del estado de Vegetta ya que por lo que se ve, Vegetta lo está odiando a muerte.

- Es que... Le dije que me iba a casar con Cristina y digamos que no se lo ha tomado tan bien que se diga...

- Pero... Si eso ya lo sabíamos todos, ¿Acaso él no?

- no y no iba ser nada fácil, entonces aproveché que el estaba solo en tu casa y fui y se lo dije, Agh, en tan solo recordar su rostros de ilusión y frustración, me dan ganas de ir abrazarlo y pedirle disculpas, pero ni siquiera me dió tiempo a explicarle, salió muy rápido y no tuve tiempo a ver a dónde iba, pero nunca pensé que se fuera a casa de Luzu para robarle los vinos.

Ahora ya se porque me dejó solos los animales.

- Tranquilo William— sonrió al escuchar aquel apodo— él es Vegetta, él nunca le guarda rencor a nadie, es como Luzu pero versión más mamadisimo, de seguro para mañana ya se le pasará— finalice para después colocar mi mano en su hombro y darle una de mis mejores sonrisas.

- Grácias Rubén, tu si servirias como psicólogo, no el tonto de Auron que apenas escucha a los demás y cobra caro cada consulta.

Ambos reímos de ese comentario que iba completamente de coña, y ahí nos quedamos, viendo como el sol se ocultaba y ambos, con buena compañía para ambos.

Corazones reparados~•❤️❤️ [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora