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Desperté por unos sonidos muy estresantes que provenía en la puerta de mi humilde morada, me levanté con cuidado para no despertar a mi niño Ramón y fui hasta la entrada para ver quién molestaba bien de mañana.

Abrí y para mí sorpresa, era Vegetta.

-¡Buenos días Rubiuuuuus— me saludo con su típica alegría de siempre, pero al verme de malas pulgas, su expresión cambio— Oye ¿Pasa algo? Te veo decaído.

-Nada... Me acabo de levantar y siempre despierto... Así...— no le quería decirle la verdad, aunque tampoco no quería mentirle.

-Rubius... Es por lo de Mangel y Lolito ¿Verdad? Esa carita no es por nada— Ugh! Cómo odio que me conozca bien este cabron.

No tuve de otra, solo baje la mirada y asentí lentamente, mientras que las lágrimas querian salir nuevamente.

-Ellos... S-se van a casar...

Vegetta al escuchar eso, se hacerco hacia mi y me abrazo, haciendo que mi cabeza quedé en su cuello y sus manos en mi cabello alborotado, no aguante más, mis lágrimas finalmente salieron, al igual que mis sollozos no tardaron en ser escuchados, aún dolía, ardía y quemaba.

Era lo que yo necesitaba, alguien que me escuchara y me abrazara como el amigo que es, alguien que estuviera ahí para cuando yo esté mal, y Vegetta era esa persona que yo más me estaba en ese momento.

-Ostia, si se van a follar, mejor me largo y los dejo solos— Enserio... Lo que me faltaba...

Nos separamos rápidamente y vimos a la persona que estaba detrás de nosotros, joder, es el calvo tóxico.

-¿Acaso no te han enseñado a tocar el timbre? Mal educado de mierda.

-Oye oye oye, no te pongas nervioso que yo vengo de buen rollo, y yo no tengo culpa de que Mangel haya preferido a Lolito antes que a ti— vale, este ya se está pasando.

-En ves de hacer problemas aquí Auron, deberías estar en tu consultorio ¿Sabes?— dijo Vegetta poniendose en medio de nosotros dos.

-Vine porque quería un poco de compañía, hoy no han ávido consultas así que prácticamente tengo el día libre.

-Tenias, hasta que te conseguí un paciente que necesita una cita urgente— Mencionó mientras me miraba, tengo miedo.

-C-creo que no va ser necesario Vege, ya me siento mejor y no quiero arruinarle el día libre a Auron— en realidad, no quería un psicólogo, no estoy loco ni nada, solo tengo un mal de amor ahora mismo.

-Venga, no te hagas el de rogar, que te va ayudar bastante

-Y por mi día libre no te preocupes, con que estés bien me hace feliz— Mierda, te odio Auron

—solte un pesado suspiro— creo que no tengo de otra

-Venga calvo— Auron con una sonrisa, me tomo de mi mano y me hizo salir de casa— Yo te ayudaré y haré que olvides a tu Mahe rompecorazones

-En tu ausencia, yo cuidare de tus mascotas— dijo Vegetta que estaba en el marco de la puerta.

¿En qué me he metido?

Corazones reparados~•❤️❤️ [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora