CAPÍTULO 23: ¿Lo recuerdas? ♡

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Cuando Alex y yo nos separamos, los demás comenzaron a aclararse la garganta.

-Me voy a dormir, estoy muy cansada- mintió Clary. Soltando un falso bostezo.

Si que eres una buena actriz, Clary.

-Será mejor que te lleve a casa- le dijo Brad a su novia -¿No es algo tarde?-

-Ehhhh, si. ¡Por supuesto!... ya se hizo tarde- estuvo de acuerdo Bri.

-Mejor me voy al Bar. Puede que ingresen los mapaches y se roben el licor- soltó Brian.

Y comenzaron a dispersarse.

Él y yo sonreímos divertidos. Aún sentados en el suelo.

-¿No fue algo evidente?- levanté una ceja curiosa.

-Esa es la idea....- bromeó.

Me acercó a su cuerpo con facilidad. Acariciando una de mis piernas con cariño.

-¿Qué te parece sí vamos al cine?-

Sonreí, divertida.

-Así que ese era tú plan....- achine mis ojos.

-Tuve que hacer el trabajo sucio ya que alguien no puede negarse a la cara de cachorro abandonado de su mejor amiga-

Amplíe mi sonrisa.

-¿Y bien?- insistió.

Asentí. Besando sus labios.

-Perfecto. Ve a cambiarte de ropa y yo iré al baño a darme una ducha rápida- dijo, agarrando el puente de mi nariz con dos dedos de su mano.

Me dio un último beso antes de ponerse de pié. Sonreí como una tonta siguiéndolo con la mirada hasta verlo desaparecer.
Negué varias veces antes de ponerme de pié tras colocarme la remera. Levanté del suelo unos cuantos vasos y las botellas de licor.

-Oh...Vodka- comprendí al leer la etiqueta de la misma.

Coloqué los vasos en el fregadero y la botella sobre la mesa. Debo ir a cambiarme de ropa cuanto antes, Alex no demorará en salir del baño.
Me detuve en seco cuando un celular comenzó a vibrar justo sobre la mesa. No muy lejos de donde había dejado las botellas. ¿Los chicos se lo habrán olvidado?, quizás Britanny.
Me acerqué, curiosa, notando que es el móvil de Alex.

Una llamada entrante.

-¿Y esto?- me dije a mi misma tomando el dispositivo.

Una llamada, de un número desconocido.

¿Será... aquel mismo número que lo llamo esa vez?.

Di media vuelta, comprobando que Alex aún seguía en el baño. Y dudé en si debía llevárselo o no.
Miré de vuelta el móvil cuando la llamada finalizó. Pero a los segundos volvió a contactarse. Respondí a la misma.
Temía que fuera de emergencia, del trabajo o Ana.
Pegué el móvil a mi oreja sin soltar palabra alguna, y no fue necesario que lo haga, ya que aquella persona del otro lado de la línea fue la primera en hablar:

-¿No contestas mis llamadas?- se me cortó la respiración -¿Qué pasa, Alex?-

Fijé la mirada en frente, tragando grueso.

No puede ser. No.

-Mi querido hermanito.....¿Cuándo me traerás a la zorra de Sky, eh?. No soy una persona muy paciente, como ya lo sabes- sonrió -Tú y yo tenemos un trato, ¿lo recuerdas?-

NO.

¡NO!.

-¿Hola? ¿Alex?-

Poco a poco, mi mano fue bajando el móvil. Mientras que la otra se apoyó sobre la mesa en busca de aquel soporte que tanto necesitaba. Mi mundo se vino abajo.

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