Capítulo IV

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Hello there! Bueno esta historia no voy a tener orden de publicación, no voy a publicar uno diario, o dos diarios, sino que lo escribo y lo tiro, si un día escribo cinco, los cinco los tiro el mismo día jaja. Les ruego si pudieran ir dejando sus opiniones, porque realmente me servirán jaja

Si algún día por la hija de Ahsoka en lugar de decir Ashla digo Agasha, recuerden que tengo como mil historias y en algunas el Rexsoka tiene hija y por razones de la vida les he puesto nombres diferentes en esas historias así que esa es mi excusa jaja

Ahsoka estaba en la sala de descanso, no se suponía que su residencia debiera ser así, pero tampoco se suponía que la guerra estallaría nuevamente. 

En ese poco tiempo, había visto muchas cosas que pusieron su piel de gallina, sin embargo Padme había estado siempre a su lado, manteniéndose fuerte, y Ahsoka ni siquiera se explicaba como lo lograba.

Sin embargo, ese día no pudo evitar sentir que su alma abandonaba su cuerpo y que las lágrimas cayeran de sus ojos.

Había llegado un helicóptero con nuevos heridos, y la gran mayoría de los médicos estaban ocupados, Padme estaba hace horas realizando una cirugía, por lo que ella no estaría a su lado esta vez. 

Corrió para dar las indicaciones, y fue entonces cuando sintió que su corazón daba un gran salto.

Un hombre de cabello rubio arenoso semi largo entraba en estado crítico al hospital. Su rostro estaba completamente ensangrentado, y no había que ser muy observador para saber que perdería por completo su ojo izquierdo. Su otro ojo estaba allí, pero su párpado estaba cerrado por la gran cantidad de sangre acumulada. Una cicatriz enorme se extendía desde su cuello hasta su pecho. 

¿Cómo había conseguido esas heridas?

Las manos de Ahsoka temblaban y vio que Sabe a su lado miraba de la misma forma.

Ambas pensaban exactamente lo mismo.

Las lágrimas cayeron de los ojos de Ahsoka, y sintió que sus manos comenzaban a temblar. Sintió entonces las manos del doctor Windu sacarla inmediatamente de allí. Cuando estuvo alejada él tomó su rostro y la miró a los ojos tratando de hacerla volver en sí.

- Ahsoka, escúchame bien, no es él- dijo mostrando el informe clínico- no es él, sé que se parecía mucho, pero te necesito bien, no es él ¿De acuerdo?- preguntó el doctor Windu y Ahsoka asintió aún temblorosa- Tomate un tiempo, yo me encargaré ahora- dijo el ex director Windu

Ahsoka fue a la sala de descanso y lloró dejando que sus emociones fluyeran. Habría deseado que Rex estuviera allí, pero él había tenido un turno de 48 horas y ahora estaba en casa cuidando a Ashla. 

¿Cómo podía soportarlo Padme? Ella apenas soportaba la idea de que en uno de esos helicópteros podía venir Anakin u Obi- Wan, hoy al ver a ese hombre, había pensado que era Anakin y había estado a punto de derrumbarse a llorar. ¿Cómo Padme podía lograrlo? ¿Cómo podía seguir siendo tan fuerte? Era algo que estaba lejos de la comprensión de Ahsoka. 

Se rumoreaba que las bajas en el campo de batalla estaban siendo cuantiosas y que no había el suficiente personal médico para todos los heridos. Eso podía notarse por la cantidad de heridos que llegaban desde esa frontera al hospital, sabía que los hospitales cercanos a las otras fronteras no estaban en mejores condiciones.  Además, cada vez llegaban pacientes más críticos, lo que significaba que el ejército tenía que enviar heridos que ni siquiera sabían resistirían el vuelo al hospital, porque no había el suficiente personal allá para atenderlos.

Ahsoka no era creyente, pero más de una vez había elevado alguna plegaría para rogar a alguna deidad existente que trajera a Anakin y Obi- Wan a salvo a casa. Ellos tenían mucho por lo que vivir aún.

Un solo corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora