Capítulo VIII

392 37 12
                                    

Hello there! Tuve bastante ayuda para este capítulo, y es que me siento feliz, porque pude entrevistar a un militar que sirvió en el ejército en Estados Unidos, su testimonio es algo desgarrador, pero me servirá mucho para toda esta historia, es más me ayudó a corregir muchas cosas que no me había planteado. 


Obi- Wan Kenobi no había tenido comunicación con su familia desde que  la guerra había comenzado. Solo había podido llamar a Satine una vez y luego no había podido contactarse con ella, ni siquiera enviar una carta. Se encontraba en la frontera de Onderon, uno de los puntos que los separatistas habían atacado mayoritariamente. Sabía que los separatistas ya habían tomado Dantooine, la frontera donde antes había estado Anakin. En la frontera oeste habían tomado Zygerria y Geonosis. Debía impedir que tomaran Onderon, que era uno de los puntos neutrales y con más civiles de los lugares de las fronteras.

Geonosis, Zygerria  y Dantooine habían sido evacuados, sin embargo las pérdidas civiles habían sido cuantiosas. Onderon en cambio no había podido ser evacuado por el rápido avanzar separatista y por la cantidad de gente que había en la ciudad.

A diferencia de otras unidades, el equipo aéreo de Obi- Wan, tenía poco personal médico, y el que tenían era mayoritariamente médicos especializados, sin embargo Cal Kestis no lo estaba haciendo mal. Aprendía rápido y pese a que no tenía un trabajo como médico, estaba siendo de mucha utilidad para detectar posibles ataques biológicos al ejército. Su habilidad para analizar muestras era indudable, y su rapidez había hecho que lo consideraran una parte esencial del escuadrón y que pusieran todos los recursos a su disposición.

El general Kenobi se encontraba conversando tranquilamente con Cal sobre la familia, cuando de pronto las alarmas se encendieron. Un ataque aéreo estaba afectando todo el lugar.

Rápidamente dio las órdenes de tomar posiciones y Cal obedeció rápidamente. Él no era militar, pero le habían enseñado al menos como sostener y disparar un arma. Si era necesario debería defenderse, no quería ser un estorbo después de todo.

El general Kenobi dió órdenes de subir a los helicópteros y proteger a los que llevaban el armamento pesado. La formación que llevaba era impecable, aunque Cal no pudo evitar arquear una ceja cuando los hombres bromeaban diciendo que para no gustarle volar, el general Kenobi era uno de los mejores líderes de formación.

¿Era en serio? ¿Al general de la división aérea militar no le gustaba volar? Que ironía, pensó Cal, pero no pudo pensar mucho cuando la nave en la que iba despegó y sus movimientos le indicaron que realmente estaba en medio de un enfrentamiento militar aquí y ahora, eso iba a suceder él estuviera preparado o no.

¿Trilla habría pasado por eso? Estaba seguro que ella probablemente lo había pasado y de seguro había encontrado la forma de intervenir comunicaciones enemigas, su talento interviniendo comunicaciones hacían que Cal dudase si Trilla tenía vocación médica o como una hacker realmente avanzada. Lo único que sabía era que intentaba divagar por todos esos temas porque estaba aterrado. Cerró los ojos intentando pensar en su novia. Y luego debió abrirlos cuando alguien le ordenó que debía disparar.

Así lo hizo, ni siquiera sabía si había herido a alguien, lo único que sabía era que al menos no había herido a sus aliados, o lo habrían arrojado de la nave probablemente.

Obi- Wan intentó mantener a los separatistas a raya, pero solo pudo mantener al escuadrón terrestre a raya, sin embargo el equipo aéreo de los separatistas rompió sus filas y avanzaron hacia la capital de Onderon.

La formación de Obi- Wan trató de rodearlos, sin absolutamente ningún resultado positivo.

Con horror observaron como las naves avanzaban bombardeando todo a su paso. Los gritos de las personas comenzaban a escucharse. 

Un solo corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora