Capítulo XIX

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Hello there! Acá otro capi

Dos semanas después, Padme se había enterado que muchos soldados serían trasladados al hospital de Coruscant, y esperaba esta vez Rex viniera allí.

Anakin había enviado a informar que él estaba a salvo, y eso tenía a Ahsoka un poco más tranquila, pero Rex aún no llegaba a Coruscant, y hasta que no llegara, Ahsoka no podría estar completamente tranquila.

Padme por su parte no había vuelto a saber de Anakin desde ese día, y se enteró por las noticias de que se había abierto otro frente de batalla.

Ella sabía que Anakin estaba allí, sabía que su esposo estaba luchando en ese peligroso lugar. Él siempre estaba donde el peligro estaba. Era un héroe, y los héroes hacían cosas impulsivas.

No había podido dormir desde el día en que él la llamó por última vez, pero no quería dormir. Lo necesitaba a su lado, cuando no estaba trabajando o con los niños observaba su cama vacía y no podía evitar llorar abrazando su chaqueta, lo necesitaba tanto, lo extrañaba tanto que respirar incluso era difícil cuando él no estaba.

Shmi por su parte estaba recibiendo tratamiento, y debido a los cuidados de Padme y Satine, había podido ingerir alimentos sin sentir náuseas. Aún quedaba mucho tratamiento por delante y no sabían si iba a resultar, pero al menos Shmi estaba pudiendo ingerir alimentos.

Lo que Padme no podía saber era que Luke y Leia estaban comenzando a notar la ausencia de Anakin con mucha más fuerza.

A pesar de que ella intentaba mantenerlos alejados de las holonews, no podía evitar los comentarios en el colegio, no podía evitar que los directivos hicieran actos escolares honrando la valentía de los hombres que luchaban en la guerra, no podía evitar que los niños jugaran con aviones y armas diciendo que eran soldados que luchaban en una guerra, y no podía evitar que sus hijos se sintieran desplazados del resto por no sentir la misma emoción por la guerra que los demás.

Ellos tenían a alguien luchando en la guerra, ellos tenían a alguien que sufría en la guerra, ellos tenían a su familia unida, sus familias eran protegidas por esos hombres que luchaban en la guerra. Luke y Leia no querían que su padre fuera un héroe, querían que estuviera en casa.

Ese día Satine trajo a los dos niños a casa y ellos se encerraron en la habitación. Cuando Padme llegó a casa, Satine le dijo que los niños se sentían un poco enfermos.

Ella le preguntó que había pasado y Satine les dijo que un niño les había dicho que tal vez su padre podría haber muerto en la guerra, pero no tenían que estar tristes, porque su padre probablemente había muerto como un héroe.

- ¿Quién fue el mocoso?- preguntó Padme molesta- Iré a verlo y yo le daré motivos para estar triste- dijo y Satine sonrió- Dios, soné como Anakin- dijo Padme tocando su frente mientras sonreía levemente.

- Ellos estarán bien, ellos lo entienden- dijo Satine dándole a Padme los medicamentos que llevaba para los niños.

Padme entró a la habitación y vio que los niños lloraban intentando no hacer ruido y secándose las lágrimas.

No fue capaz de decirles nada, no fue capaz de consolarlos y decirles que todo estaría bien, porque ella ni siquiera sabía si algo estaría bien. Solo pudo correr a la cama y abrazarlos con fuerza mientras ellos lloraban entre sus brazos. 

Satine observó la escena y cargó a su hija en sus brazos sentándose en el sofá mientras las lágrimas caían de sus ojos también.

Shmi intentaba dormir en su habitación, pero no podía dejar de pensar en su hijo. ¿Estaría bien? ¿Tendría frío? ¿Estaría herido? Ella haría cualquier cosa por ver a su hijo nuevamente, pero desafortunadamente, a su edad y con su enfermedad no la aceptarían como voluntaria para el campo de batalla.

Anakin por su parte en el campo de batalla estaba durmiendo bajo la lluvia junto al resto de su escuadrón. La trinchera en que estaban estaba llena de barro y el olor a pólvora y sangre inundaba el lugar, estaban en primera fila en la línea de fuego. 

Anakin había estado cientos de veces allí antes, pero siempre era un nuevo desafío volver allí. Tener que abandonar a amigos y compañeros que morían por una explosión, que morían por una herida de bala. 

Había tenido que detener dos veces a un grupo de jóvenes voluntarios que querían correr fuera de la trinchera para poder recoger a los soldados que agonizaban en medio del campo de batalla.

No podían hacerlo, los enemigos los matarían en cuanto salieran de la trinchera, y su sacrificio habría sido en vano. Eso solo lo aprendían con la experiencia en la guerra, no había héroes en una guerra, solamente sobrevivientes.

Pero nadie fuera de la trinchera entendería eso. Ninguna de esas personas que estaban detrás de un escritorio lo comprendería.

Todos estaban muriendo sin ninguna razón, y nadie parecía comprenderlo.

Anakin tomó entre sus manos la foto que tenía donde estaba su hermosa familia, besó la fotografía y dio la orden de cargar los cañones y apuntar las armas, la batalla debía continuar, y el vivir o morir sería decidido al final de cada turno.

Cuando Padme tuvo que dejar a sus niños ese día, llegó al hospital y vio a Ahsoka esperando en la entrada.

- Él llegará, lo sé- dijo Ahsoka y Padme asintió. Solo esperaban que así fuera.

Los helicópteros con heridos comenzaron a llegar, y para muchos médicos, incluidas Padme y Ahsoka era imposible no derramar algunas lágrimas al ver el estado en que llegaban los heridos.

Cuando solo quedaba una camilla Padme abrazó a Ahsoka que había perdido la esperanza de que Rex viniera allí, pero entonces Ahsoka abrió los ojos y vio que el hombre que venía en la camilla era Rex.

- ¿Rex? Oh por dios, Rex- gritó Ahsoka corriendo hacia él y observando lo herido que parecía.

Estaba cubierto completo por sábanas y mantas, por lo que no pudo ver que faltaban sus dos piernas.

No la dejaron abrazarlo, no la dejaron besarlo, pero era él. 

Rex intentó moverse, abrazarla, pero los médicos que lo traían lo arrastraron fuera de allí, tenían que llevarlo primero a una sala de recuperación.

Fue imposible reparar totalmente el daño de las piernas, por lo que probablemente Rex tuviera muchos problemas para usar una prótesis, curar le tomaría meses y usar prótesis podía tardar más de un año, pero él estaría bien, tenía que seguir luchando. Por Ahsoka, y por su hija.

Cuando Ahsoka por fin pudo pasar a verlo ella corrió a abrazarlo, Rex lloró en su hombro con nostalgia, y solo entonces Ahsoka notó que la sábana caía en la parte donde deberían estar sus piernas.

Con miedo y casi pidiendo permiso con la mirada,  Ahsoka descubrió a su novio y lo que vio la dejó horrorizada.

Sus piernas ya no estaban, sus heridas eran horribles a pesar de estar vendado. Él agachó la mirada sabiendo que ella lo aborrecía. ¿Quién querría estar con un invalido? Pensó.

Entonces Ahsoka se secó las lágrimas y lo miró tratando de sonreír.

- Saldremos de esta, con esfuerzo, pero saldremos adelante- dijo ella tomando su mano.

- ¿Te quedarás a mi lado?- preguntó el sorprendido. ¿Tanto lo amaba Ahsoka?

- ¿Bromeas no? Llore cada día desde que te fuiste ¿Acaso crees que no me quedaré?- preguntó Ahsoka y Rex se permitió llorar junto a ella.

Rex le contó como Anakin lo había salvado, y Ahsoka juró que le daría un gran abrazo a Anakin cuando volviera. Cuando Padme entró a ver a Rex, él le entregó lo que Anakin le había pedido que le entregara. Tomó la etiqueta que decía Skywalker y la guardó como un tesoro. 

Esa era la promesa de Anakin, la promesa de que volvería.



Un solo corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora