Capítulo III

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Hello there! Bueno decirles que esta historia ya tiene su trama lista. O sea falta que le aplique duro a la escritura y la terminaría jaja. Como saben será un drama y los personajes pasarán muuuucho tiempo separados, en eso se desarrollará una subtrama y todo.

Siempre en las secuelas se trata del desarrollo individual de los personajes, así que no se extrañen si los personajes pasan separados y su contacto es mínimo por un tiempo jaja.

Los dejo invitados a decirme como se sienten con el capítulo y todo eso, porque como saben de lo que salga acá depende mi novela original secuela de Almas gemelas jaja.


Dos meses habían pasado ya, dos meses en que Anakin apenas había podido hablar dos veces con su esposa y de eso hacía ya 3 semanas. 

Era casi ilusorio pensar en tener su teléfono celular a mano durante la guerra. Tampoco era que lo permitieran. 

Observar la fotografía de su familia era lo único que lo mantenía cuerdo, no había ningún libro de anatomía o manual de salvataje que lo preparara para enfrentar de nuevo el aterrador paisaje que veía y enfrentaba cada día.

Había algo muy paradójico en la medicina de guerra, ser médico de guerra significaba hacer todo lo posible  por matar a individuos del otro bando, y todo lo posible para al mismo tiempo para salvar a tus propios compañeros.

Siempre era una guerra entre el bien y el mal, y lo paradójico que era armar y desarmar instrumentos de destrucción masiva y al mismo tiempo luchar por horas para salvar a tus propios compañeros mutilados por ellos. 

Anakin estaba recostado sobre la pared de un pasillo. La última vez que había tomado la cuenta, llevaba más de 48 horas sin dormir, ahora de seguro llevaba algunas más y su cuerpo comenzaba a resentir la falta de sueño. Sin embargo los turnos, si es que se podía llamar así en un campamento de campaña de guerra no tenían una duración determinada o con un máximo y mínimo de horas definido.

El sonido de los helicópteros llegando le dijo que su corto descanso había terminado. Juntando un valor que no tenía guardó la foto de su familia no sin antes besarla, y corrió por los pasillos junto al resto del personal médico del lugar.

- Skywalker- dijo su oficial al mando- A la derecha dos casos para ti- dijo y Anakin corrió hacia la derecha

Ni siquiera importaba que dos casos para un solo médico y su personal fueran demasiados, si le decían que él debía encargarse de ello, debía correr hacia allá porque seguramente su especialidad estaba implicada.

Tal vez su experiencia previa en la guerra anterior fue suficiente para que la imagen frente a él no lo impactara de la misma manera que a todos los nuevos que podía identificar fácilmente. Aún así era una imagen desgarradora.

Pudo ver a uno de los nuevos soldados vomitar la poca comida que tenía en su estómago al lado de un charco de sangre dejado por lagunas de las camillas que habían ingresado a la carpa médica que hacía de pabellón.

Pudo ver a otro de ellos llorando mientras sostenía su cabeza con ambas manos intentando bloquear el sonido de los helicópteros que traían más y más heridos, o más compañeros muertos que habían logrado rescatar, para ser puestos en bolsas negras o blancas apilados unos al lado del otro con la bandera de su país cubriéndolos.

Suspiro y entró a donde el resto de los profesionales trabajaban apilados atendiendo los dos pacientes que esperaban con urgencia ser atendidos. 

Observó como una enfermera simplemente salía del lugar al ver como una pierna era amputada y colocada en una bolsa de basura. Para él, no era algo nuevo, en medio del campo de batalla incluso había tenido que amputar extremidades para poder salvar a sus compañeros.

- Diagnóstico- preguntó sin siquiera mirar a cuál de sus compañeros le preguntaba, todo debía ser rápido, incluso aquel campamento podría ser atacado y de ser así deberían dejar a los pacientes, tomar las armas y combatir al enemigo. No había tiempo para pausas ni demoras.

- Múltiples heridas de bala en el pulmón derecho, fractura expuesta múltiple de la parrilla costal izquierda con posible perforación inferior del corazón- respondieron y Anakin frunció el ceño.

Haría su mejor esfuerzo, pero no era un soñador, aquel hombre no viviría, solo podría alivianar un poco su agónico dolor, pero no viviría, no con esas heridas, y no sin tener los implementos necesarios, Él podía ser catalogado como uno de los mejores médicos y posiblemente uno de los que más vidas había salvado en el campo de batalla, sin embargo no había nada que pudiera hacer.

Las solas heridas del pulmón podían hacer que el hombre se desangrara mientras intentaba llegar a una sin pasar a llevar la otra, y sin duda al intervenir la parrilla costal, habría un traumatismo en el corazón que causaría la pérdida de sangre excesiva. Si ese hombre sobrevivía quedaría con daños permanentes, además de la obvia pérdida de su pierna derecha de la que otro médico se estaba encargando.

Inevitablemente aquel hombre había muerto cuando solo llevaban una hora de trabajo. No hubo tiempo para lamentarse, ni  siquiera para un minuto de silencio. El cadáver fue sacado del lugar y Anakin pasó hacia el otro paciente.

Había perdido un ojo y toda su oreja derecha, y tenía un impacto de bala en un pulmón. Afortunadamente pudo salvarlo y fue llevado rápidamente a cuidados intensivos, donde alguien más se encargaría de él.

Finalmente encontró algún tiempo para descansar y caminó sin sentido hacia las literas. Cuando se durmió, soñó con Padme y sus dos pequeños niños. ¿Volvería a verlos? Podían pasar semanas, meses o años antes de volver a verlos ¿Ella lo esperaría? Por supuesto que si, él sabía que ella lo esperaría.

En otro lugar el general del escuadrón de asalto aéreo, Obi- Wan Kenobi regresaba a una de las bases militares. 

No había podido hablar con su esposa desde que había sido enviado al frente de batalla. Se preguntaba como estaría ella. ¿Estaría sonriendo mientras le cantaba tiernas canciones de cuna a Ayra? ¿Estaría dándole un baño y temiendo lastimarla? Seguramente Padme aún tenía que ayudarla con eso. Satine solía creer que el simple hecho de meterla en el agua podía lastimarla. Mientras regresaba en uno de los helicópteros se preguntaba ¿Podría volver a verla? ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que pudiera volver a ver a su hija? Era probable que mucho tiempo.

La guerra contra los separatistas estaba recién comenzando, y mientras las partes no llegaran a acuerdo alguno el frente de batalla se mantendría activo y cada parte rogaría por mantener la frontera y no dejar avanzar a las fuerzas enemigas.

Cada soldado sin importar su rango o procedencia tenía solo un objetivo, detener al enemigo en cualquier frente, todos tenían familia, todos tenían a quienes proteger, y si el enemigo avanzaba significaría sufrimiento para ellos. El enemigo podía enviar ataques estratégicos, podía enviar bombas sobre las ciudades, aún no llegaban a eso, porque las fuerzas de la república tenían ventaja sobre los separatistas, pero si llegaba a suceder, Obi- Wan solo podía rogar que no llegaran a Coruscant. 

Él hospital de Coruscant era el más cercano a la frontera sur, por lo que los heridos menos graves, aquellos que podían resistir un vuelo de emergencia eran derivados allá. La directora Shaak Ti, hacía todo lo posible por no dejar que Padme atendiera esos casos, incluso Mace Windu se esforzaba por tomarlos apenas llegaban, pero era inevitable mantenerla alejada de aquellos casos.

Padme agradecía lo empático que eran sus compañeros con ella al alejarla de aquellos casos lo más posible, pero ella quería ayudar, ella quería salvar vidas, cualquiera de esos hombres que llegaban malheridos podían ser su esposo u Obi- Wan. Si a ellos les pasara algo así, querría que el profesional que los atendiera hiciera todo lo posible por salvar sus vidas.

Padme había logrado establecer un ritmo entre su trabajo y los niños, a pesar de todo podía lograrlo bastante bien, Shmi se encargaba de llevar a los niños al colegio cuando ella no podía y entre las dos lograban mantenerse ocupadas. Aunque Padme podía ver el dolor en los ojos de Shmi cada vez que regresaba a casa. Algunas veces la encontraba  observando la fotografía de su esposo y de un muy pequeño Anakin, ella solo le sonreía y juntas elevaban alguna plegaria silenciosa rogando que él volviera a salvo.



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