Maratón 1/3
24
GENTE MONSTRUOSA
Los nombres de los mellizos eran Deian y Sian. Provenían de Gales y sólo hablaban un destartalado inglés con un fuerte acento británico. Ambos tenían nueve años y se encontraban viviendo con Sigrid desde hacía dos años.
Después de que la vieja Vala nos mostró nuestros cuartos —agradecí compartir cuarto con Kano y no con Asger—, nos llamó al comedor para poder cenar algo. Ahí fue cuando Sigrid nos habló un poco de los mellizos, quiénes estaban algo asustados por la presencia de los tres, pero parecían relajarse cerca de Kano.
—¿Cómo es que llegaron a Noruega? —musité.
—La madre falleció en el parto y el padre no comprendía la rareza en sus ojos —contestó la Vala—. Poco tiempo después, comenzaron a mostrar indicios de Seid en su sangre y el hombre perdió los estribos. Claramente, no pertenecía a nuestro mundo. —Sigrid le dio un sorbo a la taza de té que parecía haber estado revolviendo por horas— Conocí a su abuela hace un tiempo, pero estaba demasiado enferma para cuidar de ellos, así que me los trajo antes de fallecer.
Les dirigió una sigilosa mirada a los niños que jugaban cerca de la chimenea en la sala, se podían observar desde la puerta del comedor.
—Pobres criaturas, el padre cayó en el alcohol y los golpeaba porque creía que eran demonios.
Aquella oración hizo que se me revolviera el estómago. Tenían apenas nueve años, ¿vivieron con un bastardo así durante siete años? Mis ojos viajaron hacia ellos y no pude evitar pensar en Mason. Mi hermano que incluso antes de saber que era un Practicante ya era diferente y la pasó mal un par de veces por encajar, ¿qué habría pasado si mamá envés de optar por matarse trabajando, hubiera preferido ahogar sus penas en alcohol? ¿Si no hubiese sido la madre amorosa que conocíamos?
Un escalofrío me recorrió la espalda. El mundo estaba lleno de gente monstruosa y no necesitaban los genes de un lobo o Seid en su sangre para serlo. Más allá de temerle a un lobo encadenado capaz de destruir todo a su paso, deberíamos temerles a los mismos humanos que tan empeñados estábamos por proteger; no había ser más cruel y aterrador que el hombre incapaz de comprender algo.
—Ahora con respecto a lo que vinieron... —alargó la Vala— No puedo asegurarles de que vayan a encontrar algo en este lugar. Tengo libros antiguos, muy antiguos, que hablan sobre el pueblo originario de Fenrir. Pero ninguno de ellos menciona el paradero de sus descendientes o alguna pista de dónde encontrarlos. Sin embargo... —Sigrid se levantó de su silla, provocando que el mueble y la madera del suelo bajo ella rechinen— creo que saber quién podría tener algunas respuestas.
Sigrid se perdió en el pasillo de al fondo, el que conectaba el comedor y cocina con las habitaciones. Después de unos minutos, volvió a aparecer y trajo consigo...un álbum de fotos. Dejó caer el pesado libro en la mesa y una ligera nubecilla de polvo se levantó, causándome picazón en la nariz, pero aguanté las ganas de estornudar. El álbum era muy viejo, había fotografías en blanco y negro, algunas otras con un poco más de color, pero amarillentas por el paso de los años, otras incluso estaban medio desteñidas porque probablemente algo las debió de mojar.
En las fotos se veía mucha gente, pude reconocer a una joven Sigrid en la mayoría de ellas, sin embargo, el patrón era obvio: se trataba de diferentes grupos de Practicantes. Habían Valas con sus báculos en las manos, niños y niñas con pilas de libros a sus lados más altas que ellos mismos, incluso hombres jóvenes. Sigrid se detuvo en una página en específico donde la mayoría de las fotografías lucían antiquísimas, sacó una de ellas y la puso sobre la mesa.
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II. The Awakening ©
WerewolfSEGUNDO LIBRO TRILOGÍA LA PREDICCIÓN DE LA VALA Sinopsis. Solía creer que lidiar con ser parte de un mundo extraño donde las personas podían transformarse en lobos era lo más difícil de vida. Me equivoqué. El mundo está lleno de secretos y más uno...