capitulo 16

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Joel.

Chris me ayuda a bajar las cosas al patio ya que el niño no quiso grabar en mi habitación, victoria juega video juegos con Zab, rich y el empalagoso de Erick que está sentado en el suelo con su cabeza apoyada en sus piernas y ella que últimamente lo tiene un poco mimado al muchacho, el niño siente algo de cariño se aferra como sanguijuela a la piel.

Acomodamos las cosas en su lugar, acercamos dos bancos mientras Chris repasa la letra.

—¡victoria!—grita de la nada haciendo que me estremezca.

—me acabas de dar un maldito derrame de oido, Chris.

—y todavía no canto, lo que te espera joe—se acerca mas a la puerta—¡Victoria! ven que te estoy hablando niña—le vuelve a gritar.

No recibe respuesta, agacha la cabeza liberando un leve bufido y entra a la casa, ¿Qué irá a hacer este loco?, dejo de hacer mis cosas para ir a investigar que ocurre, comienzo a caminar hacia la puerta para ingresar a la casa.

—bájame—refuta entre dientes.

Retrocedo cuando los veo a ambos, Chris la carga en su hombro mientras ella le golpea la espalda a puño cerrado pero le vale, retrocedo de nuevo al lugar donde anteriormente me encontraba acomodando las cosas, la baja y como agradecimiento le da una bofetada, si que la hizo enojar.

—¡AY HIJA DE LA...!, ¡TIENES LA MANO PESADA!—se soba la mejilla que comienza a ponerse mas enrojecida.

—vuélveme a cargar y verás—le advierte.

—voy por hielo porque arde el golpe, ponla contenta—indica mientras se da media vuelta para ir de nuevo adentro.

—ay si, la haces enojar tú y quieres que la tiene que poner de nuevo feliz soy yo—recrimino.

—es tu novia, casi fue la mía.

—ya quisieras—rueda los ojos molesta.

—lo mismo digo, ya quisieras ser mi novia, cariño—sonríe burlón sin quitarse la mano de la mejilla—y no te muevas de ahí—le sentencia.

Da el paso haciendo que Chris cambie su cara de burlón por una de miedo y termine metiéndose a la casa, el torero le huye al toro embravecido. Se gira quedando cara a cara conmigo y me mantengo serio no la vaya a hacer que también se desquite conmigo y ni para que quiero.

—¿tu le pediste que le trajera?—se cruza de brazos.

—no, claro que no, no sé porque te trajo, si se supone que solo grabaremos un video el y yo.

—entonces me voy—se gira de nuevo.

—tu no vas a ninguna parte—le vuelve a sentenciar mientras sale con una bolsa de hielo pegada a la mejilla, ni que le hubiera dado con el puño cerrado como para que le exagere.

—tu no me mandas—le increpa.

Ambos se quedan a una distancia nula con la vista fija uno en el otro.

—tu no te vas de aquí—le repite—tienes un video que grabar con nosotros.

—¿Qué video?, yo no hago eso.

—pues lo vas a hacer, porque lo prometimos y nosotros cumplimos, la meta era superar los 20k en comentarios y cantabas con nosotros y adivina que—le sonríe—el 20k queda superado, así que siéntate en esa silla y canta con nosotros, por lo menos salva oídos que escucharan cantar esta divina voz que me cargo.

—antes que a todos, me salvo a mi primero.

—egoísta.

—gracias, me lo dicen mucho y ya lo siento como un halago y parte de mi personalidad.

La IndicadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora