capitulo 22

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(aclaración: al ser una historia ficticia aqui si existe el abuelo de joel)

joel

Llegamos a la casa de mi madre, nos bajamos, rodeo el auto y le tomo la mano dirigiéndola conmigo, saco el juego de llaves que tengo, abro la reja y entramos, caminamos hasta la puerta principal, abro y entramos, dejo las llaves en el llavero, pasamos la sala dejando ser guiados por el olor que provenía de la cocina, entramos y veo a mi madre dándonos la espalda mientras pica algo y mi abuela observa el contenido de la olla.

—que hacen señoras—digo haciendo que se asusten.

Se giran con la mano en el corazón del susto que les he dado, rodeamos la barra, le suelto la mano a Vic y abrazo a mi madre y a mi abuela por igual cosa que no hacia hace mucho tiempo.

—madre y abuela—me aparto—ella es victoria, mi novia—la presento—Vic ella es mi madre patricia y mi abuela teresa.

ambas les sonríen y victoria no duda en hacerlo también, se acerca y le tiende la mano pero mi madre desiste abriendo los brazos haciendo que ella le corresponda, espero y las reglas no apliquen con mi madre, después prosigue con mi abuela que hace lo mismo.

—mucho gusto en conocerlas—se aparta.

—igualmente, uy, eres muy bonita—le sonríe mi abuela.

—lamentamos la tardanza, tuve unos contratiempos en el trabajo—se disculpa ella.

—no te preocupes, aquí también tuvimos contratiempos y no hemos terminado la cena.

—y mis hermanos y mi abuelo—volteo a todos lados.

—están en el piso de arriba—responde mi madre señalando.

—quien ha llegado—canturrean.

Volteamos viendo a mi abuelo bajar las escaleras, detrás de él viene mis hermanos, me acerco una vez que termina de bajar y lo abrazo al igual que a mis hermanos.

—les presento a mi novia—la acerco—victoria—los saluda—mi abuelo Luis y hermano mayor Emanuel, mi hermano menor Israel y el ultimo Gabriel.

—mucho gusto—les sonríe.

—hasta que traes algo bueno—me murmura mi hermano mayor pasando al lado mío y se acerca a saludar— hola mucho gusto—le da un beso en la mejilla.

los otros dos se acercan y hacen lo mismo.

—en lo que terminamos la cena...

—les ayudo—se ofrece Vic.

—tampoco exageres de buena novia—le susurro.

—ya tengo hambre—responde de igual forma—no he comido nada y lo que me urge es comer, lo del avión no sirvió de nada.

—no te molestes, eres la invitada—se niega mía abuela—siéntate y descansa que el viaje debió estar pesado.

—no es molestia, así terminan mas pronto y tienen mas tiempo en familia—me ve—, el baño amor.

—vamos al de la habitación, cariño—le señalo por donde caminar.

Subimos las escaleras como un par de novios enamorados jugando, entramos a mi habitación y le señalo la puerta del baño, se mete mientras yo le doy un vistazo a mi habitación donde todo sigue igual como cada que puedo venir.

—listo—sonríe satisfecha—ahora si a ayudar a tu madre porque me muero de hambre, no he comido en horas y eso no es bueno.

—nada de ti nunca es bueno.

La IndicadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora