La Indicada

capitulo 14

joel...

A mitad de la noche ya casi para amanecer para ser mas exactos casi me quedo viudo pues mi novia se la pasó casi que abrazada del retrete por nauseas.

—ten, con esto se te pasara—le ofrezco la pastilla y el agua.

—gracias—se incorpora sentándose en la cama.

Toma la pastilla para luego ponerla en su lengua y termina pasándosela con el agua, apenas se acaba de calmar con sus arcadas.

—¿solo es un dolor de estomago?—le vuelvo a preguntar.

Asiente, deja el vaso en la mesita de noche y toma su celular, ni enferma deja de lado el trabajo.

—lo mejor será que no vayas al trabajo.

—ni loca— se pone de pie, se marea un poco pero logra retenerse—con la pastilla está bien, ni que me fuera a morir.

—Vic...

—que estoy bien, caray, ya no soy una niña chiquita a la que deben cuidar.

—bueno—me rindo.

—me voy a bañar.

—y yo haré una transmisión, de haber sabido que te ibas a enfermar de la noche a la mañana, la hubiera pospuesto.

—que ya te dije que no soy una niña chiquita, okey.

—lo que digas, doña terca.

(...)

me veo en la obligación de dar la transmisión por terminada cuando escucho como le abundan las arcadas de nauseas a esa mujer, pero tenia que ser terca y negarse a que un doctor la revise o algo por estilo, voy al baño y toco un par de veces hasta que me corre obvio me quedo ahí esperando hasta que abra la puerta.

Después de un rato ya sale vestida lista para irse.

«veo que no la convenceré de que se tome el día como descanso»

—victoria, Walter es tu padrino, no creo que haya represarías por si faltas un día.

—mañana es domingo, mañana descanso—sonríe apretadamente.

—haber ven.

Se acerca a mi curiosa, toco su frente y sus mejillas cerciorándome de su temperatura pero todo está normal para mi, rueda los ojos y se aparta siguiendo con sus cosas como normalmente lo hace, la sigo observando como cuervo que vigila su presa y esta no específicamente me la quiero comer.

O bueno si pero no en ese sentido y no en estas condiciones.

— en serio no quieres que llame a un doctor para que te atienda.

—estoy bien, de pasada llego a la farmacia y compro unas pastillas o yo que sé.

—bueno, déjame llevarte por lo menos, que tal si te desmayas y pasa un accidente, los accidentes en moto son mas peligrosos.

—si hace te quedas más tranquilo, adelante, espérame abajo ya voy.

Asiento, bajo a la primera planta donde solo veo a 3 de 4 chicos, por lo que deduzco que debe de estar aun dormido, con eso de que estaba platicando tan amenamente en plena madrugada pues se le han pegado las cobijas al idiota.

tomo las llaves y salgo de la casa, meto su moto a la cochera junto a las que rentó Chris cosa que me hace recordar la lecciones de manejo de ayer, aun me duelen las piernas.

saco el auto y la espero poniendo algo de música que comienzo a tararear. Después de unos minutos sale y sube al auto, se pone el cinturón de seguridad, saca una menta de su bolso y se la lleva a la boca.