BNHA: Amor entre las adversidades

El sacrificio de Uraraka

-¡SHOJI!- Gritó Uraraka mientras lo veía llegar con un niño corriendo a su paso.

Ella se acercó en un rapido movimiento, examinó las heridas de cada uno y llamó a Ojiro para que se llevara al niño junto a los últimos que quedaban por entrar en las alcantarillas.

-¿¡Sabes algo de Izuku y los demás?!- Preguntó alterada.

-Asui y Tokoyami están intentando afrontar a Dark Shadow ellos dos, creen que pueden detenerlo... nos dejaron al margen para salvarnos.

Mezo observó una parte de tranquilidad en la cara de su compañera, pero tambien, un mitad de insatisfacción por no haber contestado a la parte que más quería saber de la pregunta.

Shoji lo interpretó rapidamente.

-En cuanto a Izuku, Bakugou, Toga, Kirishima y Ashido... les perdimos el contacto antes de quedar atrapados durante el derrumbe... temo que hayan tenido peor suerte que nosotros.

Bajó la mirada y Ochako abrió los ojos.

Le saltaron las lagrimas solo de imaginarse que su novio y sus amigos hubieran muerto por algo así... tan repentinamente tan... desafortunadamente. Ellos eran fuertes, habrían encontrado alguna manera de sobrevivir a la catastrofe... pero si no salían solo podía querer decir una cosa.

"Necesitan ayuda" pensó.

Bajó la cabeza.

-Shoji, ve siguiendo a los demás... ya os seguiré.

-Pero... ¿Que piensas hacer? ¿Apartar piedras tu sola? ¿Vas a quitar todas estas toneladas de escombros con tu quirk? En el campeonato deportivo conseguiste hacer algo parecido pero...- Le interrumpió la chica.

-Vete, estas herido, ya os seguiré, si me entretienes más cada vez habrá menos oportunidades para salvarles.

Sorprendido por el comentario no tuvo más que obedecer ante las multiples evidencias presentadas en el argumento.

Se dio media vuelta y se fue sin añadir nada más.

Uraraka miro el enorme monton de escombros.

Junto sus manos y se crujió los nudillos.

"Vamos a ello".

Escaló las rocas con ligera dificultad. Las rocas y trozos de madera más pequeños solían resbalar y desprenderse. Pero eso apenas la detuvo.

Llegó a lo que ella consideró como, "la cima" de aquel monton de toneladas de cemento y otros diversos materiales.

Miro hacia los lados para cerciorarse de que no llegaban enemigos. Dio una rapida mirada pues solo quería creer que simplementen no llegaban.

puso las manos en las rocas que estaban justo bajo ella y cerró los ojos.

"Plus ultra".

Un destello rojorosado emergió de sus dedos.

Los contrajo sobre las piedras sin separar su yemas de estas.

La piedra se iluminó, contagiando poco a poco ese resplandor a cada piedra, a cada trozo de madera o cemento, a cada roca gigante o pedazo de pared o de techo, a cada parte de aquel edificio en ruinas, era como una gran y colorida iluminación... seguramente habría llamado demasiado la atención o sea que debería de ser rapida, por mucho que le costara.

El brillo cesó de golpe.

A Uraraka le temblaban las rodillas, y los brazos, y las manos.

Y sin niguna clase de ruido, las piedras empezaron a elevarse lentamente, una trás otra cada vez más altas.