BNHA: Amor entre las adversidades

Romeo y Julieta (Bakutoga)

Quede claro que Bakugou solo se comprotara de la forma que veran con Toga.

Meses antes de incidente de la U.A, y de que las patrullas Quirk hunter empezaran su "caza".

Era una noche lluviosa, con rayos y truenos.

Una tormenta en toda regla.

Las clases no dieron inicio ese día, de hecho, se prohibio a los alumnos, salir de sus dormitorios dos horas antes del toque de queda general.

Los charcos abarcaban gigantescas extensiones.

Las ventanas eran opacas hasta el punto de que solo se pudiera distinguir la luz a traves de ellas.

La lluvia las golpeaba continuamente, haciendo un ruido semejante a cuando una mano tamborilea los dedos sobre la mesa.

A veces se aclaraba todo exageradamente con un potente rayo.

Y otras, un ensordecedor trueno hacia temblar los cimientos.

Katsuki estaba sobre su cama, leyendo una obra de Shakespeare.

Ultimamente le habia llamado la atención el teatro, por las explosiones emocionales que representaban, sobretodo la tragedia shakesperiana.

La luz de su flexo le daba claridad a la habitación y su amarillento tono de iluminación volvia el ambiente más... calido por asi decirlo.

Al sonar un trueno sin querer movio bruscamente la mano, quebrando un poco una de las ojas de su lectura.

Decidió dejar el libro por ese día y acostarse, ya era tarde.

Se cambió la ropa del día, poniendose un pijama simple y descolorido.

Pantalon corto ancho y una camiseta de manga corta y cuello corto.

Se sentía fresco y ligero con esa ropa, teniendo en cuenta que era primavera y se sentia cierto tipo de bochorno calido y agobiante en el ambiente.

Era una sensación extraña, una temperatura descontrolada.

Hacía frío y calor a la vez, llovía y ademas se sudaba la gota gorda al mismo tiempo.

Menos mal que dentro de las habitaciones se podía gozar de cierta temperatura artifical.

Justo antes de introducirse bajo las sabanas, alguien llamó a la puerta de su residencia.

Se sorprendió.

No iba a negarlo.

Se sorprendió de lo enfadado que podia llegar a ponerse él mismo.

A estas horas y con este tiempo ¿quién cojones tendría la valentía de interrumpirle justo cuando se iba a dormir?

Se levantó de la cama con peligrosa seriedad y con paso cansado y desganado se dirigió a la puerta, mientras preparaba otra hilera de insultos, para el desgraciado que le hubiera molestado a esas horas.

Abrió la puerta con fuerza y al mirar al frente, su cara de enfado y intenciones asesinas se transformo en una de asombro.

-Hola...- dijo timidamente Himiko Toga con un notable rubor en sus mejillas y calada hasta los huesos.

Antes de que habriera la boca otra vez, Katsuki la cogió del hombro, la metió dentro de su habitación, miró a izquierda y derecha y finalmente entro él tambien.

Despues de cerrar la puerta se dio cuenta de que la entrada estaba mojada, ya lo fregaria.

Miró a Toga que se quedaba de pie, inmovil, goteando agua por todas partes.