BNHA: Amor entre las adversidades

Manifestación de libertad

-Las manifestaciones a nivel mundial, en pro de la gente que posee singularidades se están acrecentando y avivando. Los manifestantes son incontrolables, en zonas de todo el mundo han atacado a las sedes de Neotopia, los han desprovisto de material y están a punto de perder el control sobre todo el mundo.
Se ha rebelado prácticamente toda la humanidad.
Es posible, que dentro de poco contemplemos nuevos días de luz, de esos que que no vivimos desde hace siete largos meses...- la radio se apagó.

-Estó es un mensaje de Londres en Inglaterra.
Europa ya se ha liberado completamente de las gartas de nuestro enemigo- dijo Ectoplasm.

-Las caras de los alumnos se iluminaro con un brillo de esperanza, tan necesaria en esos días.

-Hacen lo que pueden, nosotros lo tenemos más dificil porque nuestro adversario es originario de aquí, pero tranquilos. ¡Esto sin duda son buenas noticias!- exclamó All might con su tipica sonrisa.

Era, la primera buena noticia a nivel mundial que lograban escuchar, estaban contentos, podían relajarse por un momento.

Quitarse todo el estres y movimiento nervioso de los quehaceres, pues había mucho que planificar aquellos días.

Entre los profesores, habían decidido que tenían que cambiarse de zona porque la desaparición de Snipe sin dejar rastro implicaba que los habían localizado.

Durante tres días se estuvieron desplazando grupos separados de personas que se dirigían a la zona donde habían ido los profesores durante el asalto.

Donde se habían resguardado los supervivientes de las otras clases y más almas perdidas que llegaban con dificultad.

Los que quedaban cuando todos los civiles y heridos de gravedad desalojaron la zona se irían al acabar el cuarto día.

Izuku, Bakugou, Ochako, Hagakure, Sero, Koda, Denki y Kyoka.

Con el profesor Ectoplasm.

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Cuando llegó la tarde.
Ya estaban preparándose para irse. La estrategia era esperar hasta que el poder de su enemigo disminuyera lo suficiente como para someterlo a la presión mundial.

Estaban fallando, porque habían sufrido un ataque inesperado.

Pero eso tambien los había vuelto más despiadados.

-Bueno chicos, recoged vuestras cosas y andando si nos quedamos bastante más tiempo aquí, lo pasaremos mal- ordenó Ectoplasm.

-¡SI!- gritaron todos.

Media hora más tarde, todos habían recogido sus cosas excepto Koda que se estaba despidiendo de sus "otros compañeros" y observando por ultima vez los edificios.

Por extraño que pareciera, los hecharían de menos, un largo tiempo viviendo aquí, el suficiente como para recorsarlo durante toda su vida.

Nunca lo olvidaría. Aunque no tenía que ser necesariamente malo.
Solamente la situación que lo había propiciado.

Terminó de acaricar al ultimo gatito que había bautizado como...

Mónica. Tecnicamente ella se lo dijo.

Y se giró para marcharse con los demás.

Entonces notó un ruidito, un ligero crujir de hojas.

-Creo... que se me ha olvidado despedirme de alguien- dijo sonriendo -Ven Setoshi, perdona que casi me olvido de ti...

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Es justamente lo que estáis pensando (creo).

🐧