Tormenta de acero

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-Koda está tardando un poco ¿no?- preguntó Kaminari.

-Dijo que quería hechar un ultimo vistazo a este sitio- le contestó Uraraka -Yo no se si lo voy a hechar tanto de menos.

-Puede que yo si- dijo Jirou pensando en Denki y ella tocando el piano por las mañanas.

Se oyó un grito de pavor por todo el complejo.

-Ese... ¿es Koda?- preguntó Izuku.

-Vamos- apuró Sero poniendose en marcha hacia la dirección de donde provenía el grito.

-Mierda...- susurro Ectoplasm -Nos han encontrado dijo en voz alta.

Cuando llegaron lo primero que vieron es a muchos animales huyendo despavoridos, un gato gris oscuro muerto delante de un arbusto y... el arbusto que se movía.

-¿Koda?- preguntó temeroso Izuku.

-Anda ¿lo estais buscando?- dijo una niña que  estaba boca abajo con los pies pegados a la rama de un arbol.

Vestía un traje negro reforzado con muchas capas de ropa, cinturones y partes de metal.

Todos palidecieron, incluso Ectoplasm.

-Yo puedo ayudaros a encontrarlo... solo teneis que darme algo a cambio- viendo el silencio y la ausencia de respuesta continuó -vuestra libertad.

-Mientes, tu cara dice que nos vas a matar aquí y ahora digamos lo que digamos- puntualizó Ectoplasm.

-Tienes razón, a veces me las quiero dar de diplomatica... pero se me da de pena o sea que empecemos ya con la acción- suspiró un momento - por cierto, vuestro amigo el boy scout os manda recuerdo- dijo tirandoles la maltrecha mascara de Snipe.

Todos estaban anonados.
¿Que estaba pasando, por que sucedía tan rapido?

¿POR QUÉ?

La niña silbo.

Acto seguido apareció un hombre de tez blanca y pelo aún más que vestía de negro con una mascara y tenía los ojos purpura.

-Honewooru, Shizu- dijo después.

Y salieron

-Creo que os conoceis o sea que omitiré las presentaciones y os mostraré las opciones que teneis- dijo muy muy seria.

Ectoplasm y los alumnos se agruparon lentamente al verse poco a poco rodeados por un pequeño contigente de robots que surgían de la maleza, todos armados y tres traían maniatados a tres personas inocentes de la ciudad.

-Me da a mi que ya lo habéis entendido- dijo la niña sonriendo.

Las tres personas no lloraban, eran dos hombres y una mujer estaban con unas facetas sombrias en sus rostros.

-Que... quereis- habló Ectoplasm agachando la cabeza.

-Creía que nunca me lo ibas a preguntar clonador- hablaba segura y acompañaba sus frases con sonrisas.

-Vosotros y los demás, nos decis donde están y estoy segura de que llegaremos a un acuerdo. Destruireis la libertad de centenares de personas que acaban de escapar del infierno para salvar tres miseras vidas... sois pateticos- dijo la niña riéndose de la forma más tosca posible -en fin, sois heroes, salvais vidas de una forma u otra.

Izuku tragó saliva.

Se formó un momento de tensión.

-¿Y bien? os aseguro que no tengo toda la tarde para que resolvais vuestras caoticas decisiones... decidid y ya está.
Por una parte morireis seguro dentro de unos años, pero habreis salvado la vida de tres inocentes. Por otro tendreis la oportunidad de salvaros de nuestras garras pero estas tres personas...- hizo un gesto con el pulgar para abajo.

BNHA: Amor entre las adversidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora