Daños colaterales / Parte 1

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Dos días después del asalto.

Una noche tranquila dentro de lo que cabía esperar.

No habíahabido ningún tipo de persecuciones.

Solo un momento de incertidumbre al ver que Snioe no había sido encontrado.

Seguramente se habría ido... y volvería.

¿Verdad?

Eso querían pensar.

Faltaban apenas seis horas hasta el regreso de All Might y los demás profesores.

Mientras tanto, se habían establecido de nuevo en su "base" y tuviero que seleccionar a uno cuantos para ejercer como pudieran lo más parecido a cuidados medicos.

Todoroki y Momo.

Se encontraban bien, no tenían apenas heridas y además eran los más cualificados para esa labor.

Todoroki cauterizaba y detenía el sangrado de las heridas y Yaoyorozu creaba el material medico necesario.

Hasta donde sabían, creían haber hecho todo al pie de la letra.

Pero no eran Recovery girl.

Estaban exaustos.

Todoroki había aplicado fuego en la mano faltante de Mezo para convertirla en un disimulado muñon.

Habían vendado el cuello de Jirou que tenía marcas de extrangulamiento y el abdomen donde se había fracturado levemente el esternon (cuando Shõmetsu la estaba aplastando).

Practicamente todos tenían heridas a tener en cuenta.
Y los que peor se encontraban, entre el limbo de la vida y la muerte no quedaba claro sobre cuál de los lados se decantarían.

Debían resistir a la llegada de la doctora.

Mientras tanto, usaron un gran edificio y más o menos por en medio usaron esa planta para disponer de unas improvisadas camillas y recostar ahí a Kirishima, Ashido, Tsuyu, Toga, Uraraka, Izuku y Kaminari.

Estos eran los más graves.

El propio Todoroki se encontraba de pena, tenía un brazo totalmente repleto de ligeras quemaduras y el otro, rodeado de una leve escarcha que no se iba.
Le dolía tanto que no podía tratarselo a si mismo, así que Momo le vendó los brazos prometiendole que en cuanto hubieran acabado le quitaría la piel muerta con unas pinzas.

A si, casi se me olvida.

Asui y tokoyami llegaron antes que los demás al campamento, se los encontraron durmiendo en un crater que causó el que se estrellarán con Dark Shadow.

Había llegado la noche del segundo día y todos dormían en un incomodo sueño.

En la "zona de riesgo", Uraraka empezaba a moverse nerviosa. Apretaba los ojos y los labios y movía la cabeza con inquietud.

Abrió los ojos lentamente.
Le dolían a horrores.

En cuanto divisó claramente las definidas grietas del techo que se sostenía sobre las camillas y pacientes, se incorporó casi de un salto, quedando sentada sobre la cama.

Meneó vivazmente la cabeza, dandose cuenta de que le dolía todo el cuerpo.

Se llevó una mano al cuello y se lo masajeó tratando de aliviar la presión.

Al girar la cabeza a ambos lados se percató de que ahí estaban otros de sus compañeros.

"No debo llevar más de tres días inconsciente".

BNHA: Amor entre las adversidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora