La Joya Holmes

Caso 13: Un caso centenario (I)

Sapphire está viendo la televisión junto a su hermano, cuando nota a su padre hablar por teléfono.

–Pero padre...estoy ocupado por el trabajo–indica y nota como se aleja el móvil del oído y suspira–Está bien iremos...¿Ah?

Le cuelgan y se despeina mientras mira a sus dos hijos –No me trae buenos recuerdos esa casa...

Entra al salón y se pone enfrente de la televisión –Hagan sus maletas, mañana partimos de viaje familiar.

Se marcha y llama por teléfono pidiendo la liberación de Eurus mientras, los dos hermanos se miran.

–¿Viaje?–se preguntan.

Un caso centenario (I)

Al día siguiente miran un coche, a su tía Eurus, a Sherlock y a su padre.

–Vale ¿Quién conduce?–pregunta Mycroft.

Nadie levanta la mano.

–¿Alguno de esta familia sabe conducir?–Sapp pregunta porque nunca vio a su padre hacerlo ni a su tío Sherlock.

–No tenemos el carnet de conducir pero sabemos cómo funciona un coche–responde Sherlock.

–Bueno pues papá toma el volante y si nos paran la policía muestras tu carnet de trabajador del gobierno–Sapp dice mientras se encoge de hombros.

–No, no me siento cómodo conduciendo. Quién solía llevar el coche era tu madre–responde.

–Tío Sherlock, conduce tú–le señala Sapphire pero observa cómo se ríe y niega con la cabeza.

–No puedo creer que mis hermanos sean tan cobarde. Llevo yo el coche–Eurus toma las llaves y se va al asiento del conductor.

–Si no tienes el carnet de conducir–Mycroft le indica.

–No pasa nada, aprendo sobre la marcha–se sube al coche sin problemas.

–¡Me pido de copiloto!–Sapphire sube delante y deja a los tres varones detrás. Sentados y notan como su hermana aprende al instante el manejo del coche.

Se ponen de marcha –¿Puedo poner música?

–Claro Sapp, la que quieras–sonríe Eurus y nota cómo saca un pendrive con forma de conejo y pone música que le introdujo su amiga y mira la ventana con una sonrisa mientras conversa con su tía.

Al cabo de media hora al mirar por el espejo del retrovisor nota la cara de Mycroft a la derecha con seriedad, en el centro su hijo Mercury agotado de escuchar esa música y Sherlock riendo por la cara de los dos que tiene a su derecha.

–¡Sapp apaga esa música insoportable!–se queja Mercury.

–No quiero. Haber elegido el puesto de copiloto y poner lo que quieras tú–le saca la lengua.

–Soy el mayor así que te ordeno que la apagues–le ordena y Sapphire lo pone más fuerte para molestar a su hermano.

Sherlock empieza a reír a carcajadas.

–Deja de reírte–Mycroft le dice a su hermano.

Al rato están los cuatro discutiendo. Eurus detiene el coche y mira a todos.

–Sherlock, adelante. Sapphire atrás–ordena.

Obedecen y cambian de puesto, se detiene la música del coche pero los dos hermanos empiezan a molestarse entre ellos.