Caso 13: Un caso centenario (II)

72 15 0
                                    

Antes de empezar la historia quiero pedir disculpa por haber tenido en pausa. Las historias sobre Sherlock Holmes o sobre casos policiacos son muy complicados y claro, puedes tener una idea del caso pero desarrollarlo mal o no salir como tu quieres, lo que provoca un bloqueo en el escritor. Es lo que me sucedió a mí, me quedé sin saber como llevar acabo el caso. Al final he decido seguir este caso, cerrarlo y ponerme ya con otros más fáciles. Quiero disculparme ante todos los lectores que seguían esta historia y a los que aún siguen esperando actualización. En serio lo siento mucho.

Para recompensar por esta tardanza, tendréis Un caso centenario (II y III) además de dos episodios extras, llamados Diario de una chica extraña y Diario de un Holmes. 

Espero no bloquearme más y continuar con esta historia que me encanta escribir. Un saludo y ahora si os dejó que leáis el capítulo.

En la mansión

Mercury deja la última caja en la biblioteca y empiezan a sacar toda las decoraciones que había guardadas mientras miran cuáles serían las adecuadas.

–Esto va a ser bastante largo–Eurus dice mientras revisa las cajas y Mercury mira los libros con interés viendo que está ordenado por orden alfabético y se molesta.

–¿Por qué colocaron los libros de esta forma? Tía Eurus, búscame todos los libros que hay en las cajas, voy a ordenar los libros como estaba en la época de nuestro antepasado–responde.

Sapphire tararea y abre la puerta y observa el desastre –¿Qué hacéis?

–Buscamos unas piezas para colocar en la chimenea y Mercury está ordenando la biblioteca–responde Eurus y cae en cuenta Sapphire. Al rato vuelve con varios libros antiguos.

–Me preguntaba porque en el antiguo cuarto de mamá había estos libros tan antiguos, seguramente los tomó de la biblioteca–indica mientras los deja en el suelo.

–¿No quieres ayudarnos a encontrar este misterio?–pregunta Eurus mientras mira a la pequeña fanática de los casos.

–Me gustaría, pero tenemos un caso de brujería, muerte de hombres jóvenes y ritos antiguos–le brillan los ojos.

–Pásalo bien, luego te enseño lo que descubramos–Mercury le cuenta y nota como desapareció su hermana por el pasillo.

–Parece que está muy animada–Eurus sonríe.

Al día siguiente

Sherlock, Mycroft y Sapphire están delante del museo de torturas que se encuentra en la ciudad donde están.

–Es interesante ¿alguna vez vinisteis?–pregunta Sapphire mientras se dirige a la puerta.

–No nos gustaba pisar la ciudad así que nunca traje a Crystal–responde Mycroft tranquilamente mientras sigue a su hija.

–La última vez que vine fue de adolescente, no pisé tampoco la ciudad. Estaba más interesado en descubrir el misterio de la mansión–responde Sherlock con una sonrisa.

–¿Lo descubriste?–pregunta Sapphire.

–Sí pero cuando llegué eran las notas de un caso que estuvo investigando nuestro antepasado. Es interesante que se esté repitiendo lo mismo–responde el famoso detective y entra dentro del museo–Además, hice un pelín de trampa y ordené los libros de la biblioteca en orden alfabético para complicar el puzle al siguiente Holmes que quisiera descubrir el misterio.

La Joya HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora