Caso 9: El corazón venenoso

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El corazón venenoso

Sapphire está en una sastrería, le están haciendo un vestido a medida.

-No me siento muy cómoda con esto-se queja mientras pone mala cara.

-Compórtate Sapphire, solo deberás usarlo una noche-Mycroft le indica mientras usa el móvil.

-¿Por qué tengo que ir yo también?-Sherlock también se queja mientras le prueban un traje.

-La reina quiere conocerte y esta vez no vas a poder escapar. Si escapas habrá...consecuencias-dice sin darle importancia.

-Tío Sherlock eres un cobarde, te da miedo estar frente a la reina-se burla Sapphire.

-No me da miedo, solo que no me gusta estar en un lugar con gente hipócrita que lo único que le interesa es el dinero-se excusa -Además, ¡Qué incomodo esto! ¿Cómo puedes llevar esto todos los días?

-A mí tampoco me gusta este tipo de actos, pero hay que ir tío Sherlock. ¿No dejarás sola a tu querida y única sobrina?-se hace la dramática.

Sherlock farfulla y niega con la cabeza -Sapphire Holmes no utilices este truco tan rastrero conmigo, no te va a funcionar.

-Los dos, ¿queréis dejar de discutir?-Watson se pone en medio de tío y sobrina.

Mycroft solo suspira y se toca la cabeza. Cuando terminan se marchan y Sapphire llega a su cuarto, se sienta y mira el ordenador.

-No hay ningún caso interesante-se tira en la mesa, aburrida.

Gira su mirada al calendario y nota que mañana en la noche es la fiesta a la cual es obligada a asistir.

-Maldito sea Mer...él se ha escapado al vivir en Estados Unidos-se queja, molesta.

El día de la fiesta

Sapphire se pone un vestido azul grisáceo, de corte imperial y encima de la zona de los pechos, una tela de seda gris transparente con pequeñas cristales marrones, incrustados. Ese vestido tiene una falda que le llega hasta los talones. Lleva tacones de plataforma de color blanco. Su pelo está liso, suelto, con algunas capas onduladas. También lleva un maquillaje sutil que le hacen resaltar sus mejores rasgos.

-Me veo muy diferente-da un giro y nota que es muy molesto. Agarra un bolso pequeño de fiesta, de color grisáceo y sale de su cuarto hacia las escaleras.

-Está hermosa, Srta. Holmes-Louise, el guardaespaldas le indica.

-Gracias Louise, pero es muy molesto llevar esto puesto-se queja al no tener mucha movilidad.

Baja las escaleras y en la entrada espera su padre con un smoking negro de gran calidad.

-Oh, Sapphire estás muy hermosa. Ese vestido te queda muy bien-su padre le ayuda a bajar.

-No quiero ir, papá-reniega.

-Ya es tarde para arrepentirse. Además van a ir tus amigos-Mycroft le ayuda a subir al coche porque sabe que su hija es nula andando con tacones.

-Sí, es lo único que me alivia, además también estará el tío Sherlock-asiente con una sonrisa. Los dos se dirigen a la fiesta en el palacio de Buckingham.

-Nadie me dijo que la fiesta sería en el propio palacio-susurra mirando aburrida las calles de Londres.

-Todos los años se celebra aquí. Crystal cuando vino, estaba muy asustada como un cervatillo en una manada de lobo-Mycroft sale del coche y abre la puerta para ir del brazo con su hija.

La Joya HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora