Caso 8: El circo de lo extraño

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Un niño junto a su padre están andando por la calle, acaban de cenar afuera y regresan a su casa. Aunque sea Marzo, hace aún bastante frío. El padre va abrigado con una gabardina de color negro y un sombrero, su hijo lleva una cazadora roja y unos pantalones vaqueros.

Entonces una sombra se acecha por detrás y se escucha un golpe fuerte y el grito del niño.

El circo de lo extraño

En Baker Street 221B

Sapphire está durmiendo en el sofá, se quedó hasta muy tarde con un caso. Ese día decidió no asistir a la escuela y solo descansar.

-Sherlock atiende tú, yo debo descansar para ser más bella-susurra.

-John, atiende tú que yo necesito descansar para tener luego el cerebro más activo-susurra el tío de Sapp.

Watson suspira y atiende a un hombre que está muy pálido, en estado de shock.

-Sherlock, Sapphire, creo que este caso os va a gustar-les llama.

El Holmes mayor abre los ojos, pero la pequeña es más perezosa y no se despierta, es más empieza a respirar profundamente, mostrando que se durmió.

Un par de horas después, Sapphire abre los ojos y se estira. Mira que está sola y nota un papel en la mesa con un mensaje de su tío. "Ve a casa a las 11:20 que sino Mycroft va a casa y no me apetece que vaya"

Sapphire mira que son las 11:00 y se estira -Sra. Hudson, ¿Hay algo de desayunar?

Sale del cuarto y baja las escaleras, al asomarse ve al ama de llaves con una bandeja de galletas y una taza de chocolate caliente.

-Toma, aquí tienes Sapphire-se lo tiende con una sonrisa. Ella lo toma y al terminar sale para ir a casa a seguir durmiendo.

Sube al autobús y escribe un mensaje rápido a su amigo Ralph y este le contesta, mandando todo lo que están dando en clase. Levanta la mirada cuando se para el autobús y observa a un hombre con una gabardina de color negro, rota y manchada de barro. Nota que está pálido, en estado de shock y con un abrigo rojo de un niño pequeño.

-Edward...-susurra el hombre, mientras le cae lágrimas.

-Aquí pasó algo-susurra y se levanta, sentándose a su lado.

Hombre de unos 40 años, en estado de shock, ropa manchada de barro, seguramente estuvo cerca de un parque, tiene algo de sangre reseca en la cabeza, un abrigo rojo de un niño, debe ser de su hijo, pero no está. Eso quiere decir que algo ocurrió, la cazadora está húmeda, debe ser por la niebla que había en la noche en Londres. Este hombre estaría con su hijo, paseando por la noche, fue atacado y se llevaron al niño. Un secuestro...

-¿Quién eres?-susurra.

-Alguien que te puede ayudar, según como te veo, puedo adivinar que fuiste atacado anoche y tu hijo fue secuestrado. Ahora mismo debes dirigirte a Scotland Yard a dar parte de lo que te sucedió. No lo hiciste antes, porque seguramente te despertaste recientemente del golpe y no encontraste a tu hijo en ninguna parte.

-Sí, pero...¿Cómo lo supiste?-susurra.

-Por tu aspecto-le sonríe -¿Recuerdas algo?

-Sí, mi hijo Edward y yo regresamos de una cena. Estábamos cerca del parque cuando un hombre alargado apareció delante nuestra, no podía ver bien por culpa de la niebla, pero era un gigante. Cuando fuimos a girar vimos una bestia peluda y de repente noté un fuerte golpe en la cabeza, y lo único que recuerdo son los gritos de mi hijo llamándome aterrado.

La Joya HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora