La Joya Holmes

Caso 3: El empresario mojado

El empresario mojado

Mycroft está en el salón de su mansión, cenando. Delante Sapphire remueve la comida.

–Comete todo–le pide mientras observa su cara desinteresada.

–Déjame–molesta mueve los macarrones. Su padre cena comida de buena calidad y su hija se hizo algo rápido.

–Se parece a Crystal, ella no sabía ocultar sus emociones–Mycroft corta con cuidado un trozo pequeño de carne.

Sapphire se levanta después de comer y se va a su cuarto. Su padre se queda sentado y al rato se marcha a su despacho.

Ha cambiado bastante, antes era algo soso, sin decoraciones, solo tenía algunas fotos de su mujer y de sus hijos, aunque del mayor al estar en Estados Unidos estudiando no tiene muchas. Y de su hija tiene más fotos gracias a las que le pasaron sus padres.

–¿Qué podría hacer?–se queda pensativo y cierra los ojos.

Fin de semana

Sapphire mira a su padre en un campo de Golf.

–¿Para qué hemos venido?–se cruza de brazos.

–Tenía tiempo libre y quise pasarlo con mi hija–da a la pelota.

–El golf es muy aburrido–chasquea la lengua.

Le toca a ella y se pone.

–Tienes que calcular la fuerza con que debes darle y su trayectoria–le enseña.

Lanza la pelota y acaba cerca de la de su padre.

–Lo puedo hacer sola, no necesito que me ayudes–indica.

Se suben al cochecito de golf y van a donde están las bolas.

–Oye, padre–señala a lo lejos.

Mycroft para el carrito y mira donde su hija señala. Un cuerpo en el suelo cerca de un lago.

–Una persona en el suelo, vayamos a ver–le pide Sapphire, emocionada.

Se acercan y observan a un hombre en el suelo en uno de los campos de golf, sangrando.

–¿Un asesinato?–pregunta emocionándose.

–Ha sido reciente... según el calor del cuerpo...–lo toca y aleja a su hija.

–¡Padre!, ¿Qué haces?–se queja.

–Aún debe seguir por aquí, el cuerpo está caliente. Lleva muerto entre 5 y 10 minutos–comenta y escuchan algo caerse al agua.

–Se acaban de deshacerse del arma–Sapphire increpa.

Baja hacia la altura del hombre muerto.

–Según su aspecto debe tener una edad entre 30 y 35 años. Por el moreno de su piel del cuello diría que le da el sol siempre en la cara, pero por sus manos trabajaba dentro de una oficina. Deduzco que es un apasionado del golf–Sapphire intenta adivinar mientras, Mycroft, introduce la mano en el bolsillo y saca la cartera.

–Joel Brighton, alto cargo de una empresa. Tiene 35 años y como puedo ver por su carnet de socio que está muy desgastado debe usarlo mucho. Has acertado Sapphire–le dice.

–Murió de un golpe en la cabeza, instantáneo–Le indica.

–Sr. ¿Llamo a la policía?–Louise pregunta.