Caso 2: La clase cerrada

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–¡Así no!, debes poner tu alma dentro del violín–se queja Sherlock.

Sapphire toca una canción, lleva todo el verano practicando.

–Bien, ahora mejor–indica con una sonrisa y cierra los ojos descansando.

Deja de tocar y guarda el violín.

–¿Ya vinieron a por ti?–pregunta con los ojos cerrados.

–Sí, mañana empiezo las clases. Debo acostarme pronto–se marcha, despidiéndose.

–No veo sentido que asistas a clases, eres intelectualmente superior a ellos–dice quitando importancia.

–Lo sé, pero es divertido. Como a ti te encantan los casos difícil, yo me lo paso muy bien en el instituto.

Baja por las escaleras y se marcha con una sonrisa.

La clase cerrada

Unos días después

Un chico alto, de pelo negro y ojos grises, pasea por el patio, en dirección a la enfermería. Entonces sube la mirada y observa a un chico caer al vacío.

Se queda congelado y corre hacia la sala de profesores.

En la mañana cuando la gente está entrando.

–¡Sapp! Alguien se ha tirado desde la ventana del tercer piso de la sala de clubs–Emily entra rápidamente.

Sapphire levanta la mirada. –Llévame.

Emily asiente y la lleva al patio, donde los alumnos intentan mirar por morbo.

–Paso, paso–Sapphire llega donde está el cuerpo y saca su lupa portátil. Empieza a revisar el cuerpo. Lo revisa bien y observa que la pose en caer es extraña para un suicidio.

–Esto fue un asesinato–se levanta.

–¿En serio vas a ponerte a investigar?¿No tienes ninguna clase de sensibilidad?– Dice uno de los alumnos que miraba.

–No le hago ningún favor no haciéndolo, es una muerte lamentable, pero ya no hay nada que hacer mas que resolver el asesinato–Mira al cadáver–Mi primer caso, interesante.

Empieza a revisar si hay alguna pista en el cuerpo. Saca un polvo y lo mete en una bolsita. Mira hacia la ventana.

Teniendo en cuenta el punto de inicio de la caída y el ángulo, si se hubiera tirado el cadáver hubiera caído así– Piensa Shappire. En su cabeza comienza a imaginar todos los cálculos, prácticamente ve al chico caer, y cae delante de ella. El dibujo de su mente no coincide con la realidad–Lo han empujado–Repite los cálculos en su mente, esta vez teniendo en cuenta la fuerza de un empujón, y la caída coincide casi perfectamente con la realidad.

– Dicen que la puerta estaba cerrada por dentro, estaba solo, se ha tirado...– Dice Emily mirando al móvil, alguien la ha informado.

–No, ha sido empujado, no cabe duda. Emily déjame tu pañuelo– Shappire utiliza el trozo de tela que le da Emily y pone al cadáver boca arriba. Está destrozado por la caída, pero señala a sus ojos que siguen intactos, abiertos como platos, mostrando un horror indecible.

–Estos son los ojos de alguien con miedo a morir, esto ha sido un asesinato, y el juego acaba de empezar– Sentencia la joven candidata a detective y le devuelve el pañuelo a Emily que lo tira a la basura.

La Joya HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora