Sweet Ice [Suga]

❄️Extra 2❄️

Entro a mi estudio, enojado y alterado por razones que ni yo mismo comprendo.
A lo lejos escucho las risas de los chicos y aquello me irrita más. En las últimas horas me ha perturbado lo ridículamente parecidos que somos esa chica y yo. Me abruma de una manera que no podría describir ahora mismo, cegado por la cólera.

No sé cuánto tiempo pasa mientras camino de un lado a otro, toqueteando la mesa o mirando la espuma de mi pared que retiene el sonido. ¿Ya se fue?

Decido salir a echar un vistazo y no escucho ninguna voz femenina, algo que me alivia considerablemente. Me acerco a la cocina y Seokjin está lavando los platos mientras Hoseok le ayuda a limpiar la mesa.

—¿Ya se fue? —pregunto a nadie en particular.

—¿Te refieres a Ice? Sí, hace unos minutos, Jimin la acompañó —me responde Jin mientras enjabona fervientemente un plato sopero.

—Ah —no sé qué más decir. Para empezar, no sé qué hago preguntando por ella.

—Por lo visto ha sido amor a primera vista —Hoseok se burla de mí tranquilamente y yo le dedico mi mirada más mordaz.

—¡Amor a primera vista, mis huevos! Solo quería que se largara.

—Sí, bueno, así empezaron mi padre y mi madre y luego me tuvieron a mí —comenta Jin con tal naturaleza y descaro que me deja perplejo.

—¿Por qué no lo admites? Los ojos no mienten, hyung, y tu mirada te ha delatado en todo el día, incluso desde que llegaste ayer de la entrevista —Hoseok parece dar en el clavo siempre en lo que respecta a mis sentimientos, pero yo nunca le doy la razón.

—Por cierto, ¿se dieron cuenta de que Ice tuvo que andar en calcetines toda la mañana? No hay zapatillas de sobra —comenta Jin mientras enjuaga otro plato.

—Sí, es cierto, puede que le incomode, deberíamos ir a comprarle unas zapatillas, ¿no creen?

—Yo no iré a ningún lado —digo deprisa antes de que me incluyan en sus planes.

—Igual no te necesitamos —me dice Jin ácidamente. Su sinceridad a veces es letal.

—Necesitamos a alguien que conozca bien a Ice, y Jimin parece que la conoce muy bien.

Me río con sorna al escuchar aquello.

—Ajá, Jimin sabe la talla de zapatos exacta de Ice, sí, claro —digo burlón

—6 y medio —dice de repente esa voz que no quería escuchar en estos momentos. Jimin aparece en la cocina por arte de magia y toma del mesón unas uvas frescas. 

—¡Ajá! ¿Lo ves, Yoongi? Jimin sabe cosas —Hoseok se ríe y yo solo suelto un bufido de indignación.

—A todas estas, ¿por qué sabes hasta la talla de zapatos de Ice? ¿Qué clase de acosador eres? —le inquiere Jin y yo en el fondo siento gozo por ese pequeño regaño.

—Se llama i-n-v-e-s-t-i-g-a-r. Deberían hacerlo más a menudo. Si supieran todas las cosas que saben de nosotros nuestras fans, se andarían con más cuidado —dice Park mientras se lleva a la boca un par de uvas.

Hoseok le dedica una mirada fugaz de horror total, que luego desaparece cuando Jimin le ofrece uvas.

—¿Quieres acompañarnos a comprar unas zapatillas para Ice? Tú la conoces mejor que todos nosotros, ya sea legal o ilegalmente. —le dice Hoseok mientras se atraganta con las uvas.

—Por supuesto, y también podríamos ir a esquiar un rato. ¿Por qué no te animas, grumpy? —Park me mira con calidez y yo detengo esa mirada con la mía frívola e implacable.