❄Capítulo 4❄

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—¿Y bien? ¿No te ha pasado nada interesante en los últimos días? —me pregunta Alee curiosa mientras revuelve su café.

—No, nada —miento. De verdad que no quiero que Alee sepa lo de la tutoría, no por ahora. Nadie lo puede saber y es mejor así.

—¿Es en serio? en ese caso tu vida es verdaderamente aburrida —dice negando con la cabeza.

—Ya lo sé  —respondo distraída mientras juego con la cucharita de mi café.

—Parece que algo te preocupa Ice. Ya sabes que puedes contármelo,  regreséy dudo mucho que me vaya a ir de nuevo, así que aquí estoy, te escucho.

—No puedo decírtelo.

—¿Por qué no? —pregunta asombrada.

—Porque es algo confidencial.

Sus ojos se abren y suspira.

—¿Confidencial? ¿Es que no confías en mí?

—¿Pretendes que confíe en ti luego de desaparecerte por tres años sin avisar?

—Sí... lo siento.

—¿Sólo dirás eso? Un "lo siento" no va a recuperar mi confianza en ti de un momento a otro —le digo seria y observo mi reloj—. Bueno, debo irme ya.

—Pero Ice, llegamos hace unos minutos... Sé que hice mal porque no te avisé, pero todo fue tan repentino... De verdad que no pude.

—¿En tres años no pudiste llamarme o enviarme un maldito mensaje?—comienzo a ponerme malhumorada.

—Bueno, pues eso tiene una expli...

—Guarda tus explicaciones para después —la interrumpo bruscamente—. Te veo luego —doy media vuelta y me dirijo hacia la puerta.

—¡Ice!

La ignoro, salgo de la cafetería y me dirijo hacia mi casa con paso firme. Creo que no podía hablar con ella como si nada, como si fuéramos las mejores amigas del mundo. Aileen se fue por tres años y ahora mágicamente volvió. No quería reprocharle nada pero no pude resistirme. Era la única persona que consideraba como amiga pero me equivoqué y desde que ella se fue, no volví a confiar en nadie más.

Al llegar a casa, me encuentro con papá, que como siempre está en su mesa tomando café. Me saluda con una sonrisa.

—¿Llegaste tan pronto Ice? ¿Qué tal todo con Alyson?

—Es Aileen papá, y no quiero hablar de eso.

—¿Tan mal estuvo? —me pregunta alzando las cejas.

—Bueno, no terminó como esperaba.

—No quiero meterme en tu vida hija, pero no puedes siempre evitar a todas las personas que se te cruzan o en peores casos rechazarlas.—Dice negando con la cabeza.

—Si se lo merecen sí. Sabes que prefiero estar sola papá —respondo secamente.

—Nadie puede estar solo, Ice. Recuerda que somos seres dependientes queramos o no. Estar solo no es malo, pero tampoco es muy bueno. Yo sé que algún día valorarás la compañía de alguien que no sea tu hermana o yo.

Proceso sus palabras en silencio y asiento.

—Algún día... ¿Puedo retirarme ya?

La mirada de mi papá se entristece. Sonríe levemente y asiente. Yo me dirijo a mi habitación con paso rápido antes de que me arrepienta de ser así de grosera con mi padre. Él sólo quiere aconsejarme como un buen padre lo haría, pero los consejos a mí no me sirven de nada, yo soy muy terca. Él lo sabe pero sigue insistiendo... somos iguales de tercos.

Sweet Ice [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora