Sweet Ice [Suga]

❄Capítulo 32❄

Me pongo de pie y aplaudo con toda la euforia de la que soy capaz. Eso estuvo malditamente perfecto. No puedo quitar mi mirada de Yoongi y él al parecer tampoco de mí.

—We love you Aiséeeh! —gritan los siete al unísono.

—Gracias chicos... Fue hermoso —digo notando la gran emoción de mi voz.

Los chicos se bajan de su pequeña tarima y se acercan a mí. El que primero lo hace es Yoongi, con paso lento debido a su pierna y aún se le notan un poco los morados de su rostro y su labio herido. Me causa un poco de escalofríos su estado y no puedo dejar de sentirme en cierto modo culpable.

—¿Creíste que ibas a librarte de mí esta noche?

—De hecho...sí —respondo sonriendo como estúpida.

—No iba a perderme esto por nada del mundo —dice sonriendo y me mira el vestido —.Te ves muy diferente así.

—Tomaré eso como un cumplido.

—En realidad él quiso decir que te ves guapísima y sexy —habla Jimin después y Yoongi lo mira de reojo.

—Pondré algo de música —Hoseok sonríe nervioso y yo creo saber la razón.

Los chicos comienzan a cantar, hablar, gritar, reír y un sinnúmero de cosas. Después de agradecerles un montón de veces y casi que llorar de emoción, Yoongi se acerca a mi oído debido al volumen de la música.

—Acompáñame fuera un momento.

—¿Como para qué? —le hablo al oído del mismo modo.

—Sólo ven.

Me toma de la muñeca con suavidad y me hala con él a la puerta. Puedo ver bajo las luces de colores a Jimin observándonos atento. Yo bajo la mirada hasta que salimos del salón.

Caminamos por los desolados pasillos del edificio hasta encontrar una silla doble. Ambos nos sentamos algo separados el uno del otro y yo no sé exactamente qué quiere decirme o qué quiere hacer.

—Olvidé darte esto —habla segundos después, entregándome la flor azul que llevaba en sus manos en el escenario.

—Gracias —respondo con tono neutro mientras se la recibo—.¿Ahora me propondrás matrimonio o algo así?

Yoongi niega divertido y me mira a los ojos.

—Aún no te he dado mi regalo.

Abro los ojos un poco y me lamo los labios.

—¿Tú me vas a dar algo a mí? —respondo incrédula y él asiente.

—Sí, para mí también es extraño...Cierra los ojos —baja más la voz y noto que está comenzando a ponerse nervioso.

¿Yoongi? ¿Nervioso? Esto sí que es una gran novedad.

—¿Por qué te tiemblan los dedos? —cuestiono mirándole sus dedos blancos temblorosos.

—No soy bueno para estas cosas, tú me entiendes...

—No, no te entiendo.

—Ice...—me riñe.

—Bueno, ¿es que nunca le has regalado nada a una chica en persona?

—No. No me gusta hacer estas cosas.

—¿Entonces por qué lo estás haciendo? —inquiero rodando los ojos.

—¿Vas a cerrar los ojos o no? —frunce el ceño molesto.

—Ya va...ya va —cierro los ojos y siento que se pone de pie por unos segundos y luego vuelve a tomar asiento, esta vez un poco más cerca de mí.