❄Capítulo 25❄

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Sorbo por la nariz y me seco las lágrimas nuevamente con la sudadera de Jimin. Al recordarlo a él la melancolía me inunda todavía más pero ya no quiero llorar, creo que ni lágrimas me quedan para hacerlo.

Mi teléfono vibra en el bolsillo y estoy segura de que es mamá. Ya he tardado mucho aquí.

Aún sentada en las escaleras y sin muchos ánimos, contesto sin ver la pantalla.

—Ya voy mamá, espérame.

¿Mamá? bueno, los chicos me dicen mamá pero no creí que tú también lo harías.

—¿Jin?

El mismo —su voz se escucha dulce y menos triste que la mía.

—Hola, me alegra escucharte.

No te creo...Suenas demasiado apagada Ice, ¿qué pasa? Hoseok nos contó que planeabas darnos información de Yoongi. Nadie nos ha llamado ni nos han dicho nada, estamos casi que comiéndonos las uñas del desespero.

—Tengo noticias... pero no quiero decírtelas por aquí, estaré allí en un rato, le avisaré a mi madre primero.

Está bien, te esperamos aquí...cuídate Ice.

—Gracias Jin, ya te veo —cuelgo y me levanto de la escalera tan despacio como puedo. Me siento fatal, como nunca antes me había sentido. Es una sensación nueva, amarga y molesta. Es peor que cualquier dolor pulmonar.

Yoongi...

Recordar lo de hace unos momentos se me hace sumamente doloroso y aún sigo en shock. Trato de mantener la compostura, al menos ante mi madre, no quiero que sospeche nada ni se preocupe por nada.

Me dirijo hacia la cafetería y cuando voy a su encuentro ella me mira extrañada, como toda madre, nota al instante que algo no va bien y yo estoy más seria y pálida de lo normal.

—¿Qué te ocurrió cariño? ¿Por qué has tardado tanto?

—Es que mientras buscaba la habitación en el pasillo me extravié...Y creo que estoy algo indispuesta.

—¡Cómo no vas a estarlo niña! ¡Has estado en exámenes toda la madrugada! Vámonos a casa.

—No mamá, no puedo, debo hacer algo antes —mamá cambia su mirada —. Es urgente, pero te prometo que no tardaré, llegaré a casa a descansar tan pronto resuelva el asunto que tengo pendiente...¿me podrías prestar para el taxi?

Mamá acepta sin mucha convicción, saca algunos billetes de su bolso y me los entrega. Yo le beso en la mejilla y voy hacia la salida a por un taxi. Algún día se lo explicaré todo.

Llego a la casa de los chicos y me pongo cada vez más ansiosa y las estúpidas lágrimas amenazan con salir de nuevo. No Ice, tranquilízate, respira.

Tomo aire y toco la puerta de su casa. El que me abre en esta ocasión es Jungkook.

—¡Ice! ¡Chicos, Ice está aquí! —Jungkook le avisa a los demás y en cuestión de segundos todos se amontonan en la puerta.

—Pasa, pasa —ese es Jin.

—¿Qué ocurrió Ice? —ese es Nam.

—Cuéntanos lo que ha pasado con Suga por favor —ese es Hoseok.

—Por su cara, creo que no nos tiene buenas noticias —y ese es Tae.

—Ya, cálmense, déjenla llegar al menos —Jimin me toma del brazo y me invita a sentarme en el sofá.

Sweet Ice [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora