❄Capítulo 6❄

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Voy en el autobús de regreso a casa, meditando sobre lo que me dijo Yoongi en el ascensor. "Cuídate del sol, no quiero que te derritas, hielito". ¿Eso qué rayos fue? Sé que no lo dijo en serio porque si analizo mejor su forma de ser tan espantosamente parecida a la mía, es más bien una burla sarcástica. Esto se me está haciendo irritante cada vez más.

Tengo muchas cosas en qué pensar, entre ellas, mi salario o lo que me pagarán por enseñarle a ese paliducho. Hasta ahora no me han hablado de números pero supongo que me pagarán bien. El profesor Chang dijo que me pagarían semanalmente pero no habló de números ni de cuánto aproximadamente. Me gustaría llamarle y preguntarle, pero hoy debe estar descansando.

Cuando llego a casa, percibo un leve olor a quemado. Me quito los zapatos y la chaqueta y los dejo en la entrada. 

—¡Ya llegué! —aviso.

—¿Ice? —oigo una voz al fondo. Es la fastidiosa voz de mi hermana.

—Sí...

—¡Ven aquí! ¡Te tengo una sorpresa! —me grita desde no sé dónde.

Me dispongo a buscarla y la encuentro en la cocina, de donde proviene el olor a quemado. Tal parece que anda preparando una especie de pan.

—¿Qué estás haciendo? —le pregunto espantada mirando su creación.

—Quería hacerte un pastel...Pero creo que no me quedó bien —contesta mordiéndose el labio apenada.

Yo niego con la cabeza y frunzo los labios para no reírme.

—Eso parece más bien un pan quemado. ¿Querías quemar la casa?

—¡Es la primera vez que cocino! ¡Deberías ser más considerada conmigo! —chilla Sarah.

—Debes mejorar —me acerco a ella y le toco la frente con un dedo —. Aparte no puedes cocinar si estás sola en casa.

Ella pone los ojos en blanco fastidiada.

—Ice, al menos pruébalo.

—¿Quieres intoxicarme? —le digo entrecerrando los ojos.

—¡Agh! ¡Contigo no se puede! —suelta ella indignada y se va corriendo a su habitación. Soy un pelín malvada con ella, pero me gusta molestarla.

Me acerco al horrendo pastel de Sarah que está tan negro como mi alma y tomo un pedazo. Lo miro con desconfianza por un par de segundos y luego pruebo un poco.

—¡Está horrible! —le grito a Sarah y dejo el resto de pastel en el plato.

Ella asoma su cabeza por la puerta de su habitación, me hace mala cara y luego me enseña su dedo medio.

—Uh, respeta a tu hermana mayor, Sarah —le digo pareciendo ofendida.

—¡Vete al infierno!

—Ya estoy en él.

Sarah pone los ojos en blanco y vuelve a entrar a su habitación. Yei, gané.

Unas minutos después, estoy tirada en la cama, pensando en muchas cosas que han pasado en las ultimas semanas... La universidad, las tutorías, Aileen, Suga...Ohh, Aileen. Desde ese día de la cafetería no he vuelto a comunicarme con ella y la verdad tampoco quiero hacerlo. Aunque en un pasado haya sido como una hermana mayor para mí, creo que ya no es ni será lo mismo.

Segundos después, como si de invocaciones se tratara, suena mi celular desde la mesita de noche y veo que es un número desconocido. Tomo mi celular y contesto.

—Hola —saludo fríamente.

¡Hola Ice! —saluda la voz de Aileen enérgica.

—¿Qué quieres? —yo sólo voy al grano. No tengo tiempo para tonterías.

Sweet Ice [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora