Sweet Ice [Suga]

❄Capítulo 1❄

Estoy sentada en el suelo de mi casa observando el paisaje invernal de Seúl desde mi ventana.

Corea del Sur es realmente agradable. A pesar de que al principio se me dificultaba demasiado aprender el idioma, he aprendido a hablarlo muy rápido ya que me gustan mucho los idiomas e incluso estoy estudiando inglés e italiano.

Fue difícil para mí mudarme aquí, pero no tenía elección; mi padre es coreano y su familia y su vida están aquí, incluso no sé cómo llegó a conocer a mamá, siendo ella española. Nunca les he preguntado si se conocieron por Internet o algo, pero tampoco me interesaría saberlo.

Mamá vive en Estados Unidos ahora con mi hermano mayor y yo aquí en Seúl con mi padre y mi hermana menor. Llevo mucho tiempo sin ver a Dan y a mamá.

Observo el clima frío de afuera y sonrío. Me encanta el frío, el invierno es mi época favorita y en especial si hay nieve.

Creo que mi nombre me va bien, mis padres decidieron llamarme Alice, aunque desde que tengo memoria me dicen Ice que significa hielo en inglés porque siempre he sido muy fría con todos, rara vez les demuestro cariño y como dije antes, amo el invierno... Me describe completamente.

Y bueno... hoy tengo que ir a clase de inglés, basta de meditar tanto.

Me levanto del suelo y voy a mi habitación por mi chaqueta y mi gorro para el frío. He seguido estrictamente la cultura coreana y no utilizo zapatos dentro de casa; mi padre me mataría si lo hiciera.

Voy hacia la puerta y me calzo mis converse, luego me echo un vistazo al espejo y observo mi pálido reflejo en él. Creo que debieron llamarme Snow en lugar de Ice porque ciertamente soy muy pálida, casi tanto como la nieve, aunque hubo un tiempo en el que estuve bronceada, cuando vivía con mi madre.

Tengo ojos claros, algo así como grises y son un poco rasgados. Mi cabello es largo, de un color naranja cobrizo y un poco ondulado, creo que me parezco más a mamá. Lo único que verdaderamente heredé de mi padre aparte de los ojos, fue la estatura; ambos medimos 1.65cm y es realmente gracioso ser igual de alta a él.

No me suelo maquillar, escasamente lo necesario para no verme como un zombie ojeroso, así que solamente me aplico crema humectante, después un poco de corrector de ojeras, me arreglo un poco el cabello y me dirijo hacia la puerta.

Estudio en la Universidad Nacional de Seúl y esta es verdaderamente buena a mi parecer. Tengo clases de lunes a sábados en las mañanas.

Ya falta menos de una semana para salir a vacaciones; La idea es algo buena y a la vez mala. Buena porque voy a descansar, odio salir y soy muy ermitaña. Tampoco es que sea una chica asocial o antisocial, no, de hecho tengo algunas amistades, pero ellos saben cómo soy y no me convidan a salir porque saben que siempre me niego, prefiero estar en mi dulce hogar, con internet y mi cómoda cama. Por otro lado, la idea es mala porque ya me estaba acostumbrando a la rutina y estudiar lo que me gusta de verdad me entretiene. Sea como sea, aún me queda un poco más de tiempo rutinario.

Al llegar a la universidad, entro a mi facultad, pero antes de entrar al salón de clases, me sacudo un poco la nieve.

—Good morning. —Saludo a mis compañeros y a mi profesor con la cabeza. Ellos imitan mi gesto y yo tomo asiento. La clase de inglés, en especial, siempre se me hace corta y eso que son seis horas. Al finalizar las clases, me dirijo hacia la puerta pero oigo que el profesor Chang me llama.

—Sí señor, dígame —respondo y me acerco a él.

—Voy a ofrecerle algo que económicamente puede servirle, pero debe ser muy, escúcheme bien, muy discreta. He visto su empeño en mis clases y usted merece este trabajo.