137. Esto Es Una Mierda

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Estaba claro que después de lo ocurrido, Raven Reyes no podía seguir quedándose en el hospital. La verdad es que a medida que pasaba el tiempo, y su cuerpo se enfriaba el dolor comenzaba a acrecentarse sumiendo su cuerpo en una especie de letargo cuyo eco sordo podía notar en cada pequeña fibra de su ser.

Para que engañarse, se había llevado una buena paliza, y aunque el otro individuo hubiese acabado casi peor no era consuelo alguno.

Clarke Griffin su mejor amiga y compañera había insistido en que debería ir a casa y reposar, pero ella se había negado una y otra vez.

Quería estar allí para Ilian, y sus hermanos, se alegraba mucho de que las cosas con Lexa hubiesen salido bien e incluso, había podido verla unos minutos.

Ahora que llevaba ya rato aguardando en la sala de espera ya que Aden y Maddie también se habían presentado a verla, la incomoda silla de plástico no se lo estaba poniendo aún más difícil.

Raven cambió ligeramente de postura cruzando la pierna herida del otro lado y se abrazó a si misma.

Clarke había ido a preguntar como estaban algunos de sus compañeros, y el Teniente Anders y le habían confirmado un par de bajas tras el tiroteo.

Ahora ella también sabía sus nombres, conocía sus caras, en su mayoría buena gente que solo hacía su trabajo, y que se esforzaban por hacer de este un mundo más seguro como hacía ella.

No había tenido demasiado tiempo para digerir y asimilar lo ocurrido aunque tampoco lo pretendía.

Lo más conveniente sería no hacerlo, para su paz mental, al menos.

Cuando Maddie y Aden Woodward, los más pequeños habían aparecido lo habían hecho con una actitud muy diferente a la que esperaba y no supo bien porque pero el ambiente se había sentido enrarecido.

Incluso había notado a Ilian distinto, no sabía que había pasado entre ellos pero la tensión y la distancia eran algo evidente.

Octavia salió de la habitación y se acercó a la hilera de sillas para sentarse a su lado. No soportaba el olor que inundaba la habitación y sin poder más con este se había disculpado con Lexa con la excusa de ir a por algo de comer a la cafetería y había salido fuera sin pensarlo.

Raven que se fijo en ella cuando esta se sentó a su lado llevándose el puño del suéter que llevaba puesto ligeramente a la nariz al abrazarse con cierto disimulo también había notado cierta actitud en ella.

—¿Va todo bien?

Octavia que había cerrado los ojos para tratar de calmar aquella sensación de malestar, asintió imperceptiblemente al oírla.

—Si, es solo... este maldito olor a medicinas...

Raven que entendió entonces lo que le pasaba apartó la mirada de ella para posarla en la gente que cruzaba el pasillo y concederle algo de espacio para recomponerse.

—He oído que en los primeras semanas es normal sentir nauseas y aversión por ciertos olores —comentó Raven con cautela—. Yo nunca he estado embarazada, pero conozco a algunas chicas que si.

Octavia que escuchó aquello apartó la mirada no queriendo abordar para nada ese tema.

—Claro, seguro que las niñas ricas de papá y mamá como tú tienen este tipo de problemas todos los días —masculló Octavia con cierta sorna.

Raven que no esperaba una contestación así volvió la cabeza para verla y simplemente se quedo callada. Le sorprendía mucho el que Octavia creyese que ella era así, y no pudo evitar preguntarse si era posible que Ilian también lo creyese así.

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora