190. No Está Bien

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La última cosa que Ilian Woodward podría haber imaginado en su vida, era que Octavia Blake, la chica que había colmado sus más candentes sueños y la primera por la que había sentido algo más que atracción, iba a quitarle la novia.

Mentiría si dijese que no sentía su ego bastante dañado. Él y Raven habían pasado muy buenos ratos juntos y la atracción hacia ella una vez la había probado, podía decirse que le había resultado un tanto adictiva.

Eso sin contar todo cuanto la joven policía había hecho por ellos, ofreciéndoles la oportunidad no solo de solventar algunos problemas sino dándoles la oportunidad de una nueva vida.

Siendo sincero consigo mismo, no estaba decepcionado con ella, pero si estaba herido.

No sabía como habían llegado Octavia y ella a traicionarle de aquella manera y en el fondo de su mente sabía que sus reclamos no eran más que una mera defensa a la patética actuación que había tenido con ellas pero le había dolido y mucho.

Sin Octavia, se encontraba muy solo... y se veía a si mismo algo impotente por no poder tratar ciertos asuntos con ella.

Después de enterarse de lo de Ontari, le hubiese gustado poder hablarlo con alguien.

Octavia le habría apoyado, y le habría dicho las palabras correctas que mermase un poco toda aquella tristeza.

Era evidente que no podía compartirlo con Luna, mucho menos con Lexa, después de lo ocurrido la noche anterior y ni que decir de Maddie o Aden, en ese sentido Ontari tenía razón, no estaba preparada para que ellos lo supiesen y el impacto que aquello les causaría podría dañarles permanentemente tal como le había dañado a él enterarse de ello.

Durante la noche más de una vez y de dos se le había pasado por la mente ir a por Layla, y que le dijese donde encontrar al desgraciado ser que había corrompido la vida de su hermana, aunque sabía que solo eran la rabia, el dolor y la impotencia quienes clamaban esa venganza, no dejaba de ser traumática la manera en la que su madre le había hablado de ese momento.

No entendía por muy enferma que dijese estar que ella hablase de esa manera, y ahora más que nunca entendía que Ontari no pudiese soportar su presencia.

Mientras Lexa se debatía entre la vida y la muerte, miles de dudas, miles de momentos habían pasado por su mente, miles de recuerdos...

Luna y Lexa habían sido las primeras en desvincularse del todo de ella, y ahora no podía evitar preguntarse que más había pasado para que eso sucediese.

Sentía que de algún modo ya no podía fiarse de sus recuerdos, y cuestionar de algún modo toda su realidad era un duro golpe, mucho más si este iba directo a sus hermanas.

Ilian daría su vida por todas y cada una de ellas, al igual que la daría por Aden, y pensar que alguien les hubiese podido hacer daño desquebrajaba y rompía todos sus esquemas.

—Conozco muy buenos profesionales que podrían ayudar con eso... —escuchó preguntar a Josephine Harper, la rubia y joven enfermera que solía cuidar de Luna desde hacía ya demasiado tiempo mientras recogía las sabanas sucias de la cama aprovechando que habían bajado a Luna a hacerse una prueba—. Aunque le den el alta pronto, es conveniente que siga viniendo..

Cuando Ilian se dio cuenta de que Harper parecía llevar tiempo hablándole de algo en la habitación que ocupaba Luna en el hospital, levantó ligeramente la cabeza.

Harper que enrollo las sabanas sucias que había retirado de la cama de Luna antes de hacerla, volvió fugazmente la mirada para verle, alisando con la mano las sabanas limpias tendidas sobre la cama que había hecho momentos antes de llevarlas hasta el pequeño carro metálico que había dejado en la habitación, dejando caer las sabanas dentro del saco azulado de la ropa sucia.

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora