72. Siempre

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No fue el estridente sonido del coche derrapando sobre el empapado asfalto justo antes de golpear a Luna lo que hizo a Lexa despertar con brusquedad. Fue el sonido de su cabeza golpeando fuertemente el bordillo de la acera lo que la sobresaltó en la cama en realidad.

Respirando rápida y pesadamente Lexa sintió su corazón martilleando dentro de su pecho mientras se llevaba las manos a la cabeza hundiendo sus dedos en ella como queriendo comprobar una vez más que todo estuviese en su sitio y la profunda herida que se había hecho al caer se mantuviese cerrada.

Ella no lo vio venir.

No lo vio, y por ello mientras seguía a Luna saliendo de su casa y discutía con ella para tratar de impedir que se fuese con Derrick, el cual se disponía a correr con algún otro idiota cerca de la presa, Luna si que lo vio, lo vio justo a tiempo de empujarla con tanta fuerza para apartarla de su trayectoria que no tuvo tiempo de reaccionar y el coche se la llevo de lleno, golpeándola frente a Lexa, Maddie e Ilian que se disponían justo a salir para parar aquella pelea entre ellas y frente a algunos viandantes que pululaban por las aceras.

Un sudor húmedo y frío le recorrió la espalda a Lexa cuya respiración se entrecorto sentada ahora en la cama de Bellamy junto a Clarke que la abrazaba y que no tardo en despertarse al sentir como se movía a su lado y como temblaba mirándola con preocupación.

—Hey, tranquila —quiso calmarla Clarke al verla así colocando la mano sobre su espalda y la otra en su brazo—. Solo ha sido una pesadilla, nada más.

Supuso Clarke al verla temblar de aquella manera.

—¿Estás bien? —le preguntó llevando ahora las manos a su cara para ver sus ojos—. ¿Con qué soñabas?

Tratando de recuperar un poco la calma Lexa se llevo las manos a la cara sacudiendo un poco la cabeza para apartar aquel mal sueño de ella y tan solo sintió a Clarke rodearla con sus brazos y se aferro a ella con verdadera necesidad y angustioso temor.

Hacía tiempo que no tenía un sueño así sobre lo ocurrido, y no sabía si achacarlo a las noticias que Clarke le había trasladado sobre Luna al principio de la noche o si era por encontrarse más sobria de lo normal.

El hecho era que le iba a costar sacarse aquella imagen tan vívida de lo ocurrido de la cabeza, y sacudirse aquella horrible y pesarosa sensación de encima.

—¿No me lo quieres contar? —murmuró Clarke al verla abrazada a ella de una forma así, deslizando la mano por su pelo y su espalda para reconfortarla—. Sea lo que sea, ya paso. Calma, estás conmigo, estás aquí.

Cuando Lexa cerro los ojos sintiendo aquella seguridad, aquel confort supo que no mentía, que Clarke estaba allí para ella y lo agradeció.

—Vale, tranquila, ven aquí, acuéstate —insistió Clarke apartándole un poco las sabanas para que se acomodase a su lado rodeándola con su brazo para reconfortarla, llevando su otra mano a su rostro—. Intenta volver a dormir, ¿vale? —le prometió la rubia agente inclinándose para posar suavemente sus labios sobre su pelo en cuanto Lexa adoptó posición a su lado y cubriéndola con la sabana se la quedo viendo a los ojos, acariciando dulcemente su mejilla para velar su sueño y llevarse toda aquella angustia consigo—. Yo estaré aquí, estaré aquí para ti —le prometió ella sin dejar de mirarla acomodada a su lado.

Lexa que apenas pudo encontrar palabras cerro sus ojos aferrándose a su camisa y pego su cabeza de su pecho sintiendo que de un momento a otro todo ese dolor la iba a partir.

Por primera vez en mucho tiempo se alegraba de no estar sola si no de que alguien como Clarke fuese quien estuviese allí.

—Si me dejas, me quedaré contigo siempre...

Continuara...


Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora