157. ¡Bellamy Ha Vuelto!

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Al cabo de un par de horas, Roan Woodward escuchó el sonido de las puertas del Ice Azgeda al abrirse mientras atendía un par de mesas cerca de la mesa de billar y cuando volvió la cabeza viendo a un par de habituales sentados discutiendo sobre rugby en la barra y a varios ocupando las mesas, se fijo en como Bellamy Blake entraba colgado del cuello de su conquista de última hora, Gina pavoneándose y riendo en el local como si aquello les perteneciese.

—Joder, ¿pero qué hacéis vosotros de nuevo aquí? —no pudo evitar preguntar Roan recogiendo un par de botellines de una de las mesas antes de dirigirse hacia la barra—. ¿No os dije que no erais bienvenidos en este lugar?

—Tranqui, cuñadito traemos pasta y algo de distinción a este antro —dijo Bellamy sacudiendo en alto la mano con algunos billetes en ella mientras Gina reía.

—Fíjate, Roan —dijo Gina dando un paso al frente antes de deslizar las manos por el precioso vestido que llevaba puesto—. Mira que me ha regalado Bellamy, ¿a qué me sienta de miedo?

Roan que le dedicó una mirada fijándose después en Bellamy bordeó la barra con cara de desagrado.

—No me imagino cuanto te habrá costado esa horterada pero con ese dinero podrías haberle comprado un par de paquetes de pañales a tu hija, Bell.

Bellamy que sonrió al oírle fue directo a la barra tamborileando con las manos en ella al dejar los billetes a un lado antes de coger un par e inclinarse para metérselos en el bolsillo de la camisa a Roan.

—Anda ten, cascarrabias seguro que te da para eso y un par de biberones más —sonrió Bellamy que se sentía en racha de suerte palmeando su muslo para que Gina se sentase sobre él.

Roan que metió la mano en el bolsillo sacando el dinero frunció el ceño para luego mirar a Bellamy y a Gina.

—¿Qué habéis hecho? ¿atracar un maldito banco?

—No —contestó Gina nada más sentarse en el regazo de Bellamy abrazándose a su cuello para besarle entre risitas dedicando una miradita cómplice a Roan—. Nada de atracos, ¿verdad?

—Por supuesto que no —contestó Bellamy antes de sonreírse abrazándola por la cintura perdiendo la mirada en su escote antes de sacar algunos billetes más de su bolsillo—. Solo es nuestro día de suerte, ¿verdad Gina?

—Lo es —sonrió ella de lo más encantada coqueteando con Roan al intentar inclinarse sutilmente sobre la barra—. ¿Por qué no nos pones un par de chupitos de algo rico?

Roan que paso de mirarla y darle la atención que tan desesperadamente suplicaba, miro a Bellamy que parecía orgullosa de lucirla como un trofeo y pensó en como había acabado su pobre hermana, posiblemente aquella chica acabaría igual si seguía sus mismos pasos junto a Bellamy.

—¡Si, ronda de chupitos para todos invito yo! —gritó Bellamy volviéndose ligeramente hacia el resto del concurrido lugar cuya gente alzo sus copas y botellines en señal de jubilo y alegría agradeciendo el gesto—. ¡Bellamy ha vuelto para quedarse, gente y no se irá!

Algunos viejos conocidos del bar alzaron las copas a su salud, mientras a otros no pareció importarles lo más mínimo lo que dijese y regresaban a sus conversaciones.

—¿Dónde habré oído eso antes? —dijo Roan acercándose a coger un par de vasos y una botella para comenzar a servirlos dejándolos en la barra.

—Solo que esta vez es verdad mi querido amigo Roan —le sonrió Bellamy cogiendo uno de los chupitos para bebérselo de golpe mientras se desbordaba de su mano de lo más sonriente—. Gina y yo estamos pensando que ya es hora de sentar cabeza, quizás echar raíces aquí.

Roan que arqueo una ceja le dio una mirada.

—Tú ya tenías raíces cuando decidiste largarte, Bellamy.

—El pasado ha de quedar en el pasado, ahora todo será distinto —prometió Bellamy de lo más feliz—. Cuando nos mudemos a mi casa, Gina y yo empezaremos una nueva vida de ensueño, los dos juntos con Octavia.

—¿Con quién?

Gina que se inclinó cogiendo dos chupitos bebió uno tras otro y dejo escapar una risita antes de acariciar el rostro de Bellamy frotándose contra él mientras miraba a Roan.

—Claro que hay que cambiar un par de cosas en ese lugar, Octavia no es que tenga buen gusto pero ese fondo de armario... ¡Dios! —sonrió ella relamiéndose los labios al pensar en compartirlo con ella—. Si lo llego a saber, me meto a puta también.

—¡Eh! —protestó Bellamy al oírla antes de volver la cabeza—. Que es mi hermana. Y no es puta, es stripper.

—Viene a ser lo mismo —contestó Gina algo molesta por la corrección volviendo la cabeza para mirarle—. Díselo Roan, dile que es lo mismo.

Roan que levantó la mirada mirando a uno y después al otro entendiendo que eran tal para cual elevó una de sus cejas antes de ponerse más serios.

—No os permito que habléis así de Octavia en mi bar.

Bellamy que dejo de mirar a Gina para mirar a Roan frunció el ceño para luego sonreírse.

—Ehh, creo que ya sé que es lo que pasa aquí.

Gina que le escuchó miro después a Roan confusa.

—Te la estás tirando, ¿verdad? —preguntó Bellamy a las claras dejando el vaso sobre el montón de billetes frunciendo el ceño por un instante—. No me extraña nada, siempre supe que acabarías cansándote de esa putilla niñata de los Woodward y acabarías por buscarte a una tía de verdad. No me hace gracia que sea mi hermana pero yo me he tirado a la tuya así que, ¿quién soy yo para juzgar?

Roan que levantó la vista al oír eso con la botella aún en la mano cambió su expresión de golpe antes de alargar la mano cogiendo a Bellamy tan fuerte de la camisa al otro lado de la barra que le levantó con Gina y todo encima.

—¿Cómo has llamado a Ontari?

Bellamy que abrió los ojos escuchó a Gina gritar resbalando de sus piernas hasta quedar de pie junto a los taburetes y ella alargó las manos para tratar de que Roan lo soltase.

—¡Roan, suéltale!

—Escúchame bien payaso —murmuró Roan lentamente con rabia sin importarle que algunos de los allí presentes le mirasen—. He aceptado que le jodieses la vida a mi hermana, fue su decisión. He aceptado cargar con la responsabilidad de una sobrina a la cual tú abandonaste y he aceptado ver como Octavia lloraba destrozada por ti.

Bellamy que sintió como Roan ejercía más fuerza contra la barra se tuvo que sujetar a ella con las manos con medio cuerpo casi sobre esta.

—¿Pero oírte hablar así de Ontari? ¿de la chica a la que quiero y del cual estoy enamorado? Por ahí no voy a pasar —se plantó Roan de lo más obstinado y amenazante sin soltarle—. Ahora coge a tu amiguita, coge tu mierda de pasta y lárgate de mi bar o mi sobrina será huérfana de padre antes de cumplir los tres años.

Roan le soltó hacia atrás con tanta fuerza que Bellamy cayó hacia atrás con la butaca produciéndose un gran estruendo cuando esta chocó contra el suelo y él dejo escapar un gruñido de dolor.

—¡Oh por dios! —se apresuró a agacharse Gina a su lado para ayudarle a levantar mientras un murmullo se escuchaba por todo el bar y algunos miraban desde lejos.

Para que Roan perdiese así los nervios algo tenía que pasar pero todo el mundo tenía su límite y para algunos cercanos Bellamy había traspasado el suyo al meterse con Ontari delante de él.

Bellamy acabó mascullando algo ininteligible y Gina y él acabaron por arrastrarse fuera del local jurando y prometiendo no volver allí nunca.

Continuara...

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora