23. Impresión

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A Lexa Woodward le sorprendieron tres cosas de aquella tarde, la primera de ellas que no estuviese tan pendiente de su reloj como solía tener que hacer constantemente, la segunda lo bien que lo estaba pasando con aquella rubia chica a la que apenas conocía desde hacía poco tiempo y la tercera de ellas, sentirse tan cómoda en presencia de una extraña.

No, a pesar de lo que Lexa pudiese dejar entrever o lo que Clarke pudiese intuir acerca de ella, Lexa no solía tener "citas". Si las veces que salía alguien le gustaba lo normal es que no perdiese tiempo con tonterías, y que acabase la noche con esa persona aunque pocas eran las veces que después recordase siquiera su nombre si por casualidad se volvían a encontrar.

No, no es que fuese una cualquiera ni nada por el estilo, simplementes no le interesaba ni necesitaba conocer nada acerca de sus vidas para disfrutar de un buen rato de compañía antes de regresar a su propia vida, con sus propios problemas y sus propias salidas.

Pero Clarke había resultado algo distinta de lo que esperaba, había sido lo bastante amable, divertida y espontanea como para mantener su interés y que quisiese saber más acerca de su vida y ella tampoco parecía tener demasiado problema en contárselas.

—Y yo estaba tan emocionada de que por fin una chica fuese a besarme que cerré los ojos y sonreí —articulo Clarke divertida con la cucharilla del postre en la mano mientras tomaba su helado—. ¿Y que crees que paso?

Lexa que se llevaba la cucharilla con un pedacito de pastel de chocolate a la boca sonrió medio desconcertada ya que no dejaba de hablar.

—¡Pues que me beso en los dientes! —confeso Clarke haciendo que Lexa rompiese a reír al escucharla y ella riese también—. ¡Los dientes, tía! ¿Te lo puedes creer?

—No —admitió la morena sin dejar de reír bajando la mirada al pastel para coger algo más.

Clarke que no pudo evitar fijarse en como Lexa se llevaba la cucharilla con el chocolate a la boca, y la deslizaba hacia fuera de sus labios saboreando aquella delicia por poco pierde el hilo de la conversación.

—Fue penoso, te lo juro —reconoció Clarke sin dejar de sonreír haciendo un gesto con sus manos—. Deberías haber estado allí.

Lexa que reprimió la risa imaginándose tal escena hizo un gesto.

—Solo erais unas crías, seguro que aquello le causo gran impresión —respondió Lexa con gesto divertido.

Clarke que abrió mucho los ojos cogió una servilleta para limpiarse los labios de posibles restos de helado, sin poder reprimir la sonrisa.

—Oh en realidad creo que mayor impresión se llevo su hermano Dick que era quien realmente me había invitado a salir aquel día.

Lexa que tuvo que reírse sacudió la cabeza dejando la cucharilla sobre el plato al terminar, y apoyo los brazos sobre la mesa abrazándose un poco.

—¿Y tú qué? ¿algún momento patético o embarazoso que quieras compartir con tu público? —pregunto Clarke divertida haciendo lo mismo antes de inclinarse ligeramente hacia delante en tono pícaro y confidente—. ¿Algo realmente sucio o escandaloso?

Una carcajada escapo de los labios de Lexa al escuchar aquello último, y varias imágenes se le pasaron por la mente pero ella solo movió la cabeza negando.

—Varios momentos en realidad pero ninguno que necesites conocer.

—Oh, venga —insistió Clarke divertida en tono de protesta—. Seguro que trabajando en el Red Sky te han pasado cantidad de cosas curiosas.

—Yo no las llamaría curiosas precisamente pero si—respondió Lexa al escucharla sonriéndose ligeramente.

—Háblame de ellas —le pidió Clarke animadamente mirándola con interés—. ¿Cuanto hace que trabajas allí?

—Demasiado tiempo —admitió Lexa con un gesto no queriendo darle demasiada importancia.

—¿Y Becca siempre ha sido la jefa? —preguntó Clarke con mayor interés.

A Lexa aquella pregunta la descuadro un poco porque apenas habían hablado sobre el club y mucho menos mencionado a Becca que ella recordase.

—¿Becca?

Clarke que le sonrió hizo un gesto sin más pasando la yema de su dedo por el borde de la copa de helado llevándose consigo algo de sirope.

—Si, Becca se la mencionaste a Ilian en la cocina cuando buscabas la ropa de bebé para Octavia. No sé, supuse que Becca sería la jefa del club si la pillo sisando de la caja.

Lexa que había olvidado que Clarke estaba en la cocina cuando hablo con Ilian pareció relajarse un poco y se sonrió.

—Oh si, ella es... es la dueña del club aunque tiene algunos socios más.

—¿Socios?

Lexa le resto importancia a aquello fijándose en como ella se llevaba la yema del dedo a los labios lamiendo el sirope de fresa del helado.

—Si bueno, ya sabes un sitio así mueve mucha pasta y Becca es una tía lista para los negocios, supongo que ha sabido mover bien los hilos adecuados para sacarle partido a todo ello —comentó Lexa con cierta indiferencia mirándola—. ¿Quieres algo más?

Clarke que estaba a punto de preguntar algo más le sonrió sacudiendo la cabeza negando.

—Ahora mismo no podría, ¿tú quieres algo más?

—No, nada más —sonrió Lexa haciendo por levantarse sacando algo de pasta de su bolsillo para dejarla en la mesa—. He de ir un segundo al baño, ¿me esperas?

—Oh no, guarda eso dije que yo invitaba —dijo Clarke poniendo la mano sobre el dinero para devolvérselo. Lexa fue a protestar pero Clarke la señalo con el dedo—. Y no acepto un no por respuesta.

Lexa que finalmente suspiro le dio una miradita guardando el dinero, y se encamino al baño situado al fondo del local.

Clarke que la vio alejarse sin perder la sonrisa en cuanto la vio meterse en el baño, se llevo la mano a la larga melena rubia presionando ligeramente su oído izquierdo y volvió ligeramente la cabeza hacia la ventana.

—¿Habéis oído eso? —murmuro en voz baja pero entendible—. Teníamos razón, Becca no podía estar sola en esto.

—Lo hemos oído —respondió una voz masculina en forma de retorno llegando al oído de Clarke—. Sigue en esa línea e informa si hay alguna novedad más.

—Descuida, lo haré —se despidió Clarke retirando con disimulo el minúsculo y negro dispositivo antes de llevarlo con disimulo al bolsillo de su pantalón guardándolo antes de levantarse a pagar en el mostrador.

Tras un par de minutos, Lexa salió del baño y se encamino hacia el mostrador viendo como la camarera le devolvía el cambio a Clarke y esta se volvía sonriendole.

—¿Estás lista?

—Si, vamos antes de que lleguemos tarde a la cafetería y tu madre nos mate —le sonrió Lexa disponiéndose a salir de allí con ella sabiendo que pronto comenzaría el turno de ambas en el Café Arkadia.

Continuara...

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora