109. Culpa Ninguna

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El más pequeño de los Woodward tenía la cara descompuesta cuando se inclinó ofreciéndole un vaso plástico de agua a Octavia Blake y otro a su hermana mayor, Ontari.

Había recibido la noticia mientras le cortaba el césped a los Green y había salido corriendo hacia el hospital sin pararse siquiera a pensarlo olvidando guardar siquiera el cortacésped el cual había quedado encendido.

Nunca antes había visto tan devastadas a sus hermanas, ni siquiera cuando había ocurrido el accidente con Luna y con Lexa. Aquella imagen tardaría tiempo en borrarse de su mente, no era habitual ver llorar de la forma en la que lo había hecho a Ontari.

Es más, ni siquiera recordaba haberla visto llorar en público jamás.

De todos ellos, siempre la había considerado la más fuerte, la más sobria, la más entera. De ahí su sorpresa al verla de aquella manera.

Roan Azgeda, el novio de su hermana estaba agachado frente al asiento donde Ontari permanecía sentada, y la tomaba con tanta delicadeza de las manos, con tanto amor mientras le hablaba suavemente tratando de hacerle entender que se estaba equivocando en la forma en la que estaba tratado a aquella chica que no tenía culpa alguna de lo que realmente le había pasado a Lexa y por tanto, le aconsejaba disculparse con ella.

Ontari estaba encogida en el sitio y mantenía la mirada baja mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas sabiendo que en el fondo él llevaba toda la razón, asintiendo imperceptiblemente a todas y cada una de sus palabras, se sentía ahora tremendamente culpable por lo que había hecho.

Con su imprudente e impulsiva actitud tan solo complicaba las cosas para todos y estaba ahora arrepentida.

Había perdido absoluta y completamente los nervios sin razón alguna y el cumulo de desgracias que la había seguido había salido a la luz llevándose Clarke la peor parte.

No era justo para la rubia, de ningún modo lo era.

Clarke no tenía culpa alguna de lo que le había pasado a Lexa, ni tampoco de que Emori estuviese en la morgue esperando a que algún familiar quisiese reclamar su cuerpo.

Clarke no tenía culpa alguna de que Luna siguiese en coma o de que su profesor fuese un cerdo acosador y que por ello estuviese cumpliendo condena.

Clarke no tenía la culpa de que Gustus, su padre fuese un cabrón borracho y egoísta o de que la madre de Roan, la detestase tan solo por ser su hija.

Clarke no tenía culpa alguna de que Echo estuviese tan enganchada a la droga que fuese incapaz de apreciar la ayuda que Roan, su hermano le ofrecía y de que muchas veces se olvidase de su hija.

Clarke no tenía la culpa de que Octavia y Lexa tuviesen que bailar semi desnudas para una panda de babosos día si y día también para que sus hermanos pequeños tuviesen un techo bajo el que vivir y comida caliente en la mesa.

Clarke no tenía culpa ninguna de que Layla, su madre les hubiese abandonado o de que Ilian hubiese tenido que abandonar su sueño de ir a la universidad algún día para poder ayudar con las facturas médicas de Luna y que ella ni ninguno de sus dos hermanos pequeños tuviese que abandonar los estudios de aquella manera.

Clarke no tenía culpa alguna de que su vida fuese una mierda, o de que su proyección de futuro no fuese más allá de trabajar en un bar hasta hacerse vieja o que Roan encontrase a alguien mejor y se olvidase de ella.

No...

No podía culpar a aquella rubia chica ni de sus desgracias, ni de sus tragedias, no era justo para ella, y hacerlo para desquitarse la convertía en una mala persona, cosa que no deseaba ser y que lo hacía doblemente injusto para Clarke.

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora