147. Mala Racha

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Mientras Lexa Woodward regresaba a la habitación que ocupaba en el hospital Shallow Valley, y se metía en la cama con ayuda de Clarke Griffin, su ahora novia, esta no dejaba de recordarle lo mucho que se había asustado al no encontrarla allí al volver de su llamada.

Lexa la oía pero no la escuchaba, su mente no dejaba de recordar lo que Aden le había dicho acerca de Ilian y de Ontari y cuanto más lo pensaba, más le hervía la sangre.

Lexa se recostó sintiendo como la rubia policía la cubría con las blancas y suaves sabanas y sintió otra nueva punzada aguda en la cabeza.

Un dolor que regresaba a ella una y otra vez en grandes oleadas, como la marea de una playa bajo el prieto vendaje.

—...me hubiese gustado al menos que me lo dijeses —continuó diciéndole Clarke colocándole ahora bien la almohada para acomodarla tras ella—. Entiendo que desees ver a Luna, pero...

Clarke pareció darse cuenta de que algo con ella no andaba bien cuando vio la palidez en su cara y su rostro contrayéndose casi imperceptiblemente por el dolor.

—¿Va todo bien? —preguntó Clarke al momento enderezándose junto a ella—. Te has puesto pálida de repente, ¿te duele algo? ¿quieres que llame a una enfermera?

Lexa negó imperceptiblemente con la cabeza cerrando los ojos por un segundo al llevarse los dedos al vendaje para presionar ligeramente y aliviar un poco la presión.

—Se me pasa enseguida.

—¿Estás segura de eso? —insistió Clarke con preocupación.

—Si, pres... préstame tu móvil, ¿quieres? —le pidió Lexa queriendo sacudirse aquella preocupación de encima.

—¿Mi móvil?

Clarke no entendió a que venía aquello y eso le preocupó de más.

—¿Para que lo necesitas?

—Necesito localizar a Ilian —respondió Lexa ya que lo había intentado desde el móvil de Aden y no había podido localizarle—. No le coge el móvil a Aden.

Clarke frunció el ceño pero se llevó la mano al bolsillo de atrás del pantalón para tenderle después su teléfono móvil.

—¿Y por qué no?

—Porque sabe que no es él quien le llama —contestó Lexa comenzando a marcar los números en el teléfono sintiendo una nueva oleada de dolor que la paralizó por un instante evitando que marcase los dos últimos dígitos.

—Hey... —musitó Clarke con extrema preocupación acercando la mano a su hombro al verla paralizarse de aquella manera—. ¿Qué ocurre?

—Nada, que... que mi hermano es imbécil, eso pasa.

Clarke que creyó que sería por algo relacionado con Octavia o tal vez con Raven presintió que había algo más tras ello.

Los pensamientos de Lexa se volvieron cada vez más rápidos y confusos, angustiantes e ilógicos.

Clarke vio como el móvil resbalaba de sus manos cayendo sobre su regazo en la cama y se asustó de verdad cuando Lexa se llevó las manos a la cabeza temblando de dolor.

—Lo mejor será que avise a alguien —murmuró Clarke angustiada haciendo por apartarse de la cama.

—No, no —le pidió Lexa alargando la mano para sujetar su muñeca y que no se fuese—. Estoy bien, se... se me pasa en un momento.

Clarke que no estaba del todo segura de ello se sentó en el borde de la cama muy cerca de ella y llevó la mano a su cara.

—Cuéntame que es lo que ha pasado, ¿por qué estás así?

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora