199. Lo Siento

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Sin perder ni una milésima de segundo, Octavia cruzó el pasillo dirigiéndose a los ascensores con la sangre aún hirviendo por sus venas y las lágrimas nublando sus ojos.

Estaba dispuesta a muchas cosas por proteger a Lexa, a muchas pero lo que no estaba dispuesta era a que la humillasen más de lo que ya lo habían hecho.

No juzgaba a Clarke por pretender divertirse en un sitio como el Red Sky, le daba igual que lo hiciese, lo que le dolía en realidad era la hipócrita manera que había tenido de venderse.

Y más aún ahora que sabía lo que había ido diciendo de ella.

Puto ascensor, dijo Octavia para si golpeado repetidamente el botón con el dedo para que se abriese.

Joder, menuda mierda ahora que había saltado todo por los aires dinamitando no solo su relación si no la de Lexa.

Las lágrimas le ardieron aún más en los ojos mientras sentía el corazón latirle a mil por hora, y sentía que se ahogaba con ellas.

No podía creer lo que había ocurrido, lo que había finalmente hecho.

Una punzada en el bajo vientre llego a ella de la nada, una que le cortó la respiración por un instante y la hizo detenerse apoyando la mano de la pared.

Octavia cerro los ojos procurando tomar aire y antes de ser capaz de tomar otra respiración, un dolor agudo, una especie de calambre le atravesó el vientre.

Inclinándose por inercia hacia delante, Octavia se llevo la mano al vientre cubriéndoselo con ella y siseó de dolor, antes de emitir un ahogado sonido.

No era ninguna ilusa, no era ninguna tonta y sabía que era lo que le estaba ocurriendo, Raven que había abandonado la habitación algunos segundos más tarde la encontró doblada ligeramente sobre si misma con una mano sobre su vientre y otra sobre la fría pared y se apresuro a acercarse a ella más que alarmada por las circunstancias.

—¡Octavia!

Raven que llegó rápidamente a ella colocó la mano sobre su espalda y se agachó para poder buscar su rostro oculto por la larga oscura melena y la angustia se apodero de ella.

—¿Te encuentras mal? ¿aviso a un médico?

Octavia que sintió como las lágrimas escapaban de sus ojos y rodaban por sus mejillas en silencio con una mueca de dolor en la cara y la respiración entrecortada por el esfuerzo, esta vez lo tuvo mucho más que claro.

—No... —musitó con un hilillo de voz rota sintiendo sus bragas humedecerse esta vez de sangre—. Deja... deja que suceda...

Aquello era lo último que tendría que haber pasado en su vida, un bebé inocente no tendría porque venir a un mundo como el suyo, no al mundo que sabía que le esperaba si en algún momento llegaba a termino.

Estaba cansada... estaba harta... más que harta de que las cosas fueran como eran...

Y ahora mismo no podía lidiar con nada más, se sentía verdaderamente incapaz de hacerlo.

Raven que se dio cuenta de la pequeña mancha que comenzaba a expandirse en su pantalón palideció súbitamente.

—Estás sangrando...

Cuando las puertas del ascensor se abrieron unos dos minutos después, Anya, la residente que había estado ocupándose de Lexa en la UVI, se dispuso a salir con un par de carpetas cuando las vio de aquella manera y las dejo caer a un lado acercándose a ella.

—Eh, ¿estás bien? —le preguntó Anya llegando a ella buscando con la mirada a lo lejos a algún compañero médico con más cargo o experiencia.

Reconocía a Octavia de haberla estado viendo en la sala de espera junto a otro chico, y sabía que ambos estaban allí por su hermana Lexa.

Ella misma había sido la encargada de transmitirles tranquilidad y darle noticias sobre ella.

—¿Qué te ocurre? —preguntó Anya preocupada viéndola de aquella forma antes de mirar a Raven—. ¿Qué le ocurre?

—Está embarazada —acertó a decir Octavia viendo como otro fuerte calambre hacia gemir a Octavia de dolor y la obligaba a retorcerse entre lágrimas.

Anya que la sujeto por el brazo para que no se cayese viéndola de aquella manera, miro hacia Raven de nuevo.

—¿De cuanto está? ¿ha empezado a sangrar ahora?

—No... no lo sé, de poco tiempo... —no supo responder Raven con certeza ya que no estaba muy segura de ello.

—Dos... dos meses... puede que algo menos... —dijo Octavia haciendo un burdo intenso por enderezarse mirando a la buena doctora con lágrimas en los ojos—. No lo sé... así de desastre soy, lo siento...

Anya que se compadeció de ella al oírla hablar de esa manera y viendo las lágrimas resbalar por su cara, sintió como Octavia terminaba agachándose sobre sus piernas al sentir su cuerpo temblar y otro intenso calambre cruzar su vientre cortándole la respiración.

—Lo siento... —repitió Octavia cubriéndose el vientre con las manos mirando a los ojos a Raven aunque no se refería a aquello.

Dios, se sentía tan culpable ahora por delatar a Clarke, por lo que había hecho que le hubiese gustado de algún modo poder dar marcha atrás en el tiempo.

Raven que se agachó junto a ella la rodeo con los brazos abrazándola y cerro sus ojos con fuerza.

—Shh... no tienes nada que sentir, nada... en serio...

El enfado, la impotencia y la indignación habían sido sustituido ahora por la incertidumbre, la preocupación y la profunda tristeza que a Raven le provocaba el hecho de que Octavia hubiese tenido que pasar por todo aquello.

—Quédate con ella, buscaré a algún compañero —le dijo Anya a Raven al verlas así separándose de ellas para ir en busca de ayuda ya que ella ni siquiera pertenecía a aquella planta. Ya recogería luego las carpetas con los informes médicos que alguien le había dicho que subiese.

Lo principal ahora era atenderla a ella.

Continuara...

Shameless: Fuck Off The 100 (Parte I) #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora