Capítulo 27

1K 39 2
                                    

Hay algo en la nota final que es importante, lo escribo al principio por si se quieren enterar y así vayan a leerlo.

***

Samantha.

Siento como un peso que no sabía que tenía, es arrancado de mis hombros y pecho, y como el alivio empieza a crecer dentro de mí, expandiéndose por cada una de mis extremidades. No imaginaba que decir finalmente que lo amaba, después de tanto tiempo, iba a hacerme sentir de tal manera.

Volver a decir finalmente que lo amo me ha hecho pensar y ver que la vida puede ponerte a alguien súper especial y bueno, pero si tú corazón ama con locura a otro ser humano, no importa que tan bueno sea esa segunda persona que ha llegado a tu vida, porque la primera nunca abandonará tu corazón aunque esté a miles de kilómetros, con otra persona y después de mucho tiempo. Al corazón no se le manda y nunca sucederá porque aunque muchos digan que es un simple órgano, no creo que cuando empieza a latir con fuerza cuando ves o estás cerca de esa persona, sea simplemente porque es lo que hace el corazón, latir.

Mis ojos se llenan de lágrimas y no tengo idea porqué, sólo sé que de tristeza no son. Matt levanta su rostro de mi cuello y me mira justo cuando una lágrima se resbala de mi ojo.

—¿Por qué lloras? —me mira preocupado—, ¿te hice daño? —niego con la cabeza y sonrío para que vea que no es por eso por lo que lloro—. Entonces, ¿por qué lloras? —limpia suavemente la pequeña gota de agua salada.

—Porque soy feliz —confieso, haciéndolo sonreír—. Estoy feliz de estar aquí contigo, de poder soltarme y decirte que te amo.

se alza más sobre sus brazos para poder mirarme mejor, y que vista más hermosa me da; cabello despeinado, seguramente gracias a mis manos, sus ojitos adornados por esas pestañas negras con un brillo muy lindo, sonrisa llena de luz y satisfecha después de lo que hicimos.

No puedo evitar sonreír con la imagen hermosa que tengo frente a mis ojos.

» Miedos, estaba llena de ellos, al igual que de inseguridades y orgullo, que no me dejaban hacer lo que realmente quería, que es estar contigo, pero ahora puedo decir que voy a estar contigo y vamos a luchar juntos por lo nuestro —paso mis dedos por su cara mientras hablo, tocándolo con delicadeza—. Espero que realmente luchemos por conseguirlo.

—No tengas duda de ello, vamos a luchar por volver a estar juntos, sin que nadie esté en medio de nosotros, evitando que eso suceda —cierra los ojos sintiendo mis caricias—. Tú dejarás a Alex y yo lucharé contra viento y marea si es posible para lograr que ese divorcio se dé y... —cierra la boca de repente, como no queriendo soltar algo, quizá tenga que ver con la causa por la cual se casó, pero no dice nada respecto a eso—. Y vamos a ser muy felices.

Hace un movimiento rápido haciendo que cambiemos de posición, él quedando sobre la cama y yo sobre su pecho.

—Ya soy feliz —le digo, porque realmente lo soy.

—Entonces vamos a ser más felices.

Apoyo una mano en su pecho y me inclino, dejando reposar mi barbilla sobre ella, viendo su lindo rostro desde mi posición y con el índice de la otra mano hago figuritas sobre su pecho. Matt con los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, sube y baja su mano por mi espalda, acariciándome.

Disfrutamos el silencio cómodo que se apodera de la habitación, donde sólo escucho los latidos de su corazón por la cercanía que tengo a su pecho.

—Me debes algo —lo escucho decir luego de unos minutos, con la voz más ronca de lo habitual.

—¿Qué se supone que te debo? —pregunto extrañada.

Resurgir (libro II) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora