Epílogo

1.8K 59 2
                                    

Y... ¡aquí está el final de esta historia!🥺

No me toquen, estoy muy sensible😢

Espero que disfruten el epílogo

Samantha.

Matthew Collingwood, déjame ir —me muevo entre sus brazos, intentando que su agarre se afloje—. Si no quieres ir a trabajar está bien, pero yo sí que tengo que irme en... —miro la hora del reloj en la mesa de noche— 20 minutos y eso no es suficiente para mí.

—Nena, puedes faltar un día —murmura contra mi cuello con la voz ronca, sin dejarme ir.

—No puedo, la agenda la tengo completamente llena y debo terminar temprano porque debemos ir a un lugar —le recuerdo por si él no lo hacía.

—¿Y si lo cambiamos para otro día? —propone, ruedo los ojos irritada.

—No cambiaré los planes porque tú quieras ser un vago y estar el día en la cama —acuso.

—No es de vagos querer darte unos cuantos orgasmos como anoche —susurra en mi oído, provocando que toda la piel de mi cuerpo se erice.

—Ya tendremos tiempo para eso —musito, casi dejándome llevar por él; pero casi, porque tengo más fuerza de voluntad—. Te aseguro que no quieres perderte mi sorpresa, así que levántate de la cama y vamos a trabajar como dos personas adultas.

—Espero que la sorpresa valga la pena —se rinde soltándome—, porque estoy sacrificando el hacerte el amor justo ahora por eso.

Recuerdo lo que tengo planeado para esta noche y no puedo simplemente no sonreír por lo que tengo preparado para él y bueno, para mí también.

—Ya me dirás tú si vale la pena o no —me encojo de hombros al mismo tiempo que me levanto completamente desnuda de la cama, caminando hacia el baño de forma sensual para provocarlo. Está muy mal de mi parte porque quizá se arrepienta y venga detrás de mí a por lo que desea y llegue tarde a la empresa, retrasando la sorpresa que le tengo, pero es que no puedo evitar hacerlo, ya es costumbre.

—Nena, como sigas moviendo el culo de esa forma, voy a hacerte el amor en el baño hasta que tus piernas ya no te respondan —advierte, haciéndome reír.

Dejo de hacerlo y me meto al baño para cepillarme los dientes porque de bañarme ya no me da tiempo.

Salgo de nuestro apartamento casi corriendo y con un café en la mano hecho por mi querido Matt.

Que feliz estoy junto a él.

Han pasado dos años desde que volvimos a Los Angeles y que estamos verdaderamente juntos. Han sido dos años llenos de amor, cariño, detalles, sorpresas, atención, etc. Han sido dos años maravillosos junto al hombre que amo con toda mi alma. Despertar cada mañana con él, hacer el amor, ducharnos juntos, que me prepare el café matutino mientras hago el desayuno —hoy no fue el caso porque voy tarde—, luego al volver a casa y compartir juntos completamente solos o ir a casa de nuestra familia, hemos viajado tanto solos como con la familia.

La vida que tengo no la cambiaría por nada y agradezco por tener lo que tengo; una mejor amiga que al mismo tiempo es mi cuñada y mi hermana, unos suegros que antes de serlo primero se convirtieron en unos padres para mí y luego está Matt, es el hombre que siempre soñé tener, pero al mismo tiempo es todo lo que no sabía que quería. Soy demasiado afortunada al poder rodearme con personas como ellos.

Grace y Leonard están tan bien como los conocí, quizá hasta mejor. Luego de ese accidente que tuvo Grace donde casi nos morimos todos con ella, la relación entre ambos se ha fortalecido y es como si no hubiese obstáculo alguno para demostrarse el amor que se tienen; son mi ejemplo por completo.

Resurgir (libro II) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora