Capítulo 04

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Mini maratón 1/2

Matthew.

Llego media hora antes de la hora acordada para la junta y veo que todavía no ha llegado nadie. La secretaria de Benjamín Thompson me ha dicho que podía esperar en la sala de juntas y aquí estoy, solo y esperando a que llegue el hombre que más odio en éste momento y no porque me haya hecho algo malo, sino porque está con la mujer que amo.

Después de unos 10 minutos de haber llegado, escucho voces afuera. Él primero en entrar a la sala de juntas es Benjamín Thompson.

—Buenos días —saludo levantándome de la silla para estrechar su mano.

—Buenos días, Matthew —saluda sonriendo—. No sabía que eras tan puntual. Ojalá Alexander fuese así, pero desde que vive con Samantha apenas y llega a tiempo —se lamenta, pero con un toque de diversión en su voz.

Me tenso e inevitablemente aprieto la mandíbula. No quería saberlo. No quería saber que mi Sam está viviendo con ese tipo, aunque era de suponer, pero no quería que fuese confirmado, ahora voy a torturarme pensando en eso.

No logro contestarle porque llegan otros hombres que supongo son socios de la empresa, interrumpiendo nuestra escasa conversación. No pasa mucho tiempo cuando escucho el sonido de unos tacones acercarse a la sala de juntas y lo menos que me imaginaba era que ese sonido viniera de Samantha. La veo aparecer junto a su prometido.

«¿Trabaja aquí?»

Jamás me lo hubiese imaginado, pero no porque no fuese capaz de trabajar en una empresa tan importante como ésta, sino porque simplemente antes de volver a verla, creía que estaba trabajando en cualquier cafetería o restaurante, pero no sé porque pensaba eso, si antes de venirse para Inglaterra se graduó en la universidad, no iba a trabajar de otra cosa que no fuese lo que estudió. Pensamientos absurdos.

Ella y su prometido me saludan estrechando nuestras manos, pero mi mano no dura mucho tiempo tocando la de Sam. No el tiempo que hubiese querido.

La junta empieza sin más, sin perder más tiempo y me sorprendo con que Samantha es la que empieza la junta. Mis ojos están fijos en ella, no puedo sacarlos de su figura. No dejo de mirar como sus labios se mueven al hablar y explicar, como sus manos se mueven inquietas sin poder quedarse tranquilas, no dejo de observar la manera en la que habla como toda una profesional.

Estoy muy impresionado. No me esperaba verla así, está más madura de lo que recuerdo, pero eso está claro, han pasado tres años en los cuales pudo haber pasado muchas cosas en su vida.

Me duele imaginarla pasando por cosas malas estando sola aquí, sin nadie que pudiese ayudarla. Me duele como terminaron las cosas entre nosotros, me duele que no esté conmigo y que esté apunto de casarse con alguien más.

La vida ha sido muy injusta con nosotros y no sé si quiero dejar que la vida sea así, que nuestras vidas sean así. Creo que no quiero permitir pasar mi vida lejos de ella después de que la volví a ver. Sé que es un pensamiento absurdo porque si en el pasado decidí estar con Olivia para que a la empresa de mi padre no le sucediera nada malo, no sé qué ha cambiado ahora, pero de lo que estoy seguro es que desde que la volví a ver, todo dentro de mí es una batalla entre hacer lo correcto o lo que quiero y no sé cual ganará al final.

Samantha.

Intento concentrarme en lo que digo para que así el nerviosismo que me ha invadido desde que lo volví a ver anoche, no haga que diga cualquier estupidez, pero es muy difícil concentrarme cuando tengo un par de ojos color miel mirándome fijamente.

Resurgir (libro II) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora