Capítulo 32

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Aquí está el último capítulo. Espero que disfruten el final de esta historia🥺❤️

***

Samantha.

—Que mala eres, nena, no me has reconocido.

—Estoy más dormida que despierta —muevo la cabeza—. Pero, ¿qué haces aquí?

—Quería darte una sorpresa.

—Vaya que sí me la has dado. No esperaba verte todavía.

—Esa era la idea.

Lo hago entrar y él mira todo el lugar de forma detallada. Claro, era el lugar en el que vivía con Alex hasta hace poco.

—¿Como has sabido cuál es mi apartamento? —pregunto.

—Cassandra —decimos los dos al mismo tiempo, porque aunque hice la pregunta, ya sabía la respuesta.

—Por eso ha estado rara ayer cuando la llamé. Ella sabía que venías para acá y no me dijo nada.

—Era una sorpresa —explica.

—Pensé que querías quedarte unos días más allá.

—Primero, no es lo mismo sin ti —se acerca a mí, me coge por la cintura y me pega a su torso.

—Que exagerado, es estar con tu familia.

—Pero tú formas parte de ella y sin ti no es lo mismo —mi corazón se acelera al escuchar esas palabras. Me encanta ser considerada de la familia y nunca voy a cansarme de escucharlos decir eso—. Y segundo —dice continuando con lo que decía antes—, tenía que decirte algo que no podía esperar y no puede ser dicho por una simple llamada.

—Si es para decirme que me amas, eres un exagerado —me burlo.

—Nunca me cansaré de decirte que te amo y menos si es en persona. Ver como se te iluminan los ojos cada vez que me escuchas decirte que te amo es de mis cosas favoritas, así que no me importa ir hasta la otra punta del mundo para decírtelo y ver ese brillo —me pega con más fuerza a él y baja su rostro al mío, uniendo nuestras frentes—. Pero no es eso lo que quiero decirte.

—Entonces, ¿qué es? —susurro cerrando mis ojos, sintiendo el calor de su cuerpo abrazando el mío.

—Ya no estoy con Olivia —susurra—, nos hemos divorciado ya.

—¿Qué? —suelto anonadada, separando nuestros rostros y volviendo a abrir los ojos— ¿Como pasó? —pregunto sorprendida—, pero si apenas hemos estado separados muy poco tiempo y ya no están casados.

No puedo creer lo que mis oídos están oyendo. ¿Matt ya está libre? ¿Ya no hay nada que se interponga en nuestro camino para poder estar juntos finalmente? Esto debe ser un sueño, porque no puedo creer que después de tanto tiempo de haber estado separados y luego el que ambos estuviésemos con alguien más, que haya sido fácil acabar todo.

Lo agarro de la mano y lo llevo hasta el salón para escucharlo contarme. Necesito estar sentada por si acaso. Nos sentamos en el sofá grande, pero uno frente al otro con las manos cogidas.

—Me había propuesto a contarte la razón por la que me casé con Olivia cuando ya estuviese divorciado porque no quería arriesgarme a que papá se enterara —comenta—, aunque Cassandra se le fue de la boca y le contó —rueda los ojos un poco irritado, pero sé qué más que irritado está feliz, satisfecho y agradecido.

—¿Cass sabía? —pregunto sin entender.

—Hasta hace muy poco. Le pedí que no te dijera nada porque quería hacerlo yo cuando fuese el momento —explica, dejándome tranquila, porque si Cassandra sabía y nunca había abierto la boca, se las iba a ver conmigo—. La razón por la que nunca te expliqué la forma tan repentina en la que dejé todo contigo para casarme con Olivia, fue por papá.

Resurgir (libro II) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora