Un nuevo comienzo

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"Shh, shh, shh" Liliana arrullaba a la bebé entre sus brazos, después de que Aurora le cambió el pañal y descubrir que era una niña, se la entregó a Lili para que la cuidara. Estaba deshecha y sus piernas, cuerpo y rostro presentaban unas quemaduras terribles por el sol que no pudieron curar con nada, por lo que sólo les quedaba descansar.

Gabriel y Mía estaban en la cabina, pilotando como podían con el polarizado que tenían las ventanas del avión, Garza estaba en uno de los asientos individuales viendo hacia su ventana oscura y Liliana y Mía se encontraban cuidando a la niña. Gabriel entonces se levantó de su asiento y se aproximó a Garza, había escuchado sus sollozos desde la cabina.

"Ya sé que es absurdo preguntarlo ¿Cómo estás?"

"Extraño a mi hermano"

"Lo sé. Fue mucho lo que hizo por unos desconocidos"

"Él siempre se sacrificó por mí, tuvo problemas con su esposa por mi culpa; el día del Caos yo iba con él en su tráiler porque a mí me habían despedido de mi trabajo por estar pedísimo, de hecho, iba pedísimo el día que me despidieron. Salimos de Monterrey en la madrugada para hacer una entrega en la Ciudad de México y, bueno, viste donde nos quedamos. Yo me uní al Cartel para intentar salvarnos, pero... y ahora él ya no está"

Gabriel no sabía cómo lidiar con eso así que se limitó a pasar el brazo por su hombro y a darle ligeros frotes de consuelo.

"Perdón, carnal, tú también perdiste a tu mamá"

"No te preocupes, ya no podemos hacer nada. Ahora sólo podemos mirar al frente y esperar a que nos dejen entrar a todos en el Área"

Al fondo, cuando todo permaneció en silencio. Las voces discretas de Aurora y Liliana se escucharon al fondo, hablando con la niña.

"¿Qué nombre tendría? Se lo podemos cambiar, darle uno nuevo"

"¿Cómo se llamaba tu madre? Yo no conocí a la mía"

"No me creerías si te lo dijera"

Gabriel se levantó y vio la escena con sus propios ojos. La manera en la que se miraban, con la pequeña en brazos, parecían una pequeña familia. No había forma en la que él pudiera intervenir en eso. Aurora parecía misteriosa cuando ambas llegaron y tenía algo en su rostro que lo había cautivado casi de inmediato, pero Liliana siempre estaba ahí y ahora sabía por qué. Le dolió tantito el corazón al recordar que por su culpa su madre estaba muerta y que se había causado un gran alboroto por callar tanto, ese silencio que le daba su aire de misterio, resultó ser en realidad peligroso y, aun así, seguía pareciéndole una mujer hermosa a su manera y comprendía porque Liliana la miraba como lo hacía.

"Victoria" dijeron ambos al mismo tiempo. Lili no pareció sorprendida del nombre.

"Además simboliza el triunfo, una bebé con ese nombre, cuando logramos escapar por fin y nos dirigimos a nuestro nuevo comienzo...debe ser un buen presagio"

"Hola, pequeña Victoria" la niña dormía tranquila en los brazos de Lili, y Gabriel se retiró de nuevo a la cabina.

De pronto todo parecía irreal; el calor era sofocante en ese pequeño avión que volaba cerca del cielo, era como una pequeña cámara que los rostizaría en poco tiempo, pero eso parecía irrelevante. Sentados ahí, volando hacia su destino, dejando a tanto muerto detrás, incluyendo a su madre, buscando que la vida fuera normal de nuevo, o por lo menos que fuera normal para ellos.

Antes del AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora