CAPÍTULO: 3

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Me encerré en mi habitación.
Lo que menos quería hacer era pensar en Yamada. Quería olvidar todo... tener una nueva vida, un nuevo yo.

Me puse mis audífonos. Una play list de Imagine Dragons para sentime mejor y me acosté boca arriba.
Poco a poco fui cerrando los ojos, hasta quedarme dormida.

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¿¡Que has hecho!? ¡ERES UN MONSTRUO!.

¡Y-yo no quise hacerlo! ¡Fue sin querer!.

— n-no... no está pasando...

— ¡Perdóname, no quise hacer-!.

— ¡LARGO DE AQUÍ! ¡VETE!.

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— Debes deshacerte de ella. Es un monstruo sin corazón. Pondrá en riesgo a todos.

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— Soy un monstruo...

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Desperté de golpe. Estaba sudando y unas lágrimas viajaban por mis mejillas cayendo en las sábanas.

Revisé la hora. Habían pasado 15 minutos.

No quise volver a dormir después de eso, así que fui a ponerme algo abrigado. Pues afuera había viento luego de la lluvia.

Charcos de agua se formaron en las aceras.
Gotas de lluvia caían de las hojas de los árboles.
El clima estaba perfecto...

Mientras caminaba un gato negro se sentó en la esquina de la acera.
Me encantan los gatos y quise acariciarlo.
Pero cuando llegué, choqué con un hombre alto de cabello negro azabache.

— P-perdona!.

— No hay problema —Sus ojos cargaban unas ojeras y sus pupilas eran pequeñas, daba algo de miedo—.

— Seguro... ah... ¿Es tu gato? —Pregunté—.

— No. No es mi gato ¿Por?.

— Es que también lo perseguías.

— Oh, eso. Me gustan los gatos.

— No hablas mucho...

— Como sea, debo irme.

— Claro... —Dije con extrañeza—.

El hombre sostuvo al gato en sus brazos.

— Antes de irte...

— ¿Hm?.

— Soy T/N.

— ..... Shota Aizawa... —Mencionó antes de dar la vuelta e irse—.

"Que hombre tan extraño...'' —Pensé—.

Continué caminando y el sol iba ocultándose. La noche había llegado. Regresé a mi hogar unas horas después, contemplar la noche es algo que me gusta hacer.

Ya estaba cerca, tarareaba una canción mientras sentía los charcos de agua bajo mis zapatos. De lejos vi a alguien sentado en los escalones junto a la puerta. A medida que me acercaba, aquella silueta se hacia más conocida. Era Hizashi... ¿¡Hizashi!?.

— ¿Hola...?.

— T/N, ¡hi!.

— Que haces aquí solo...

— Quería pedirte perdón por lo que pasó en la mañana y como no quisiste hablar por teléfono... decidí compensarte el mal rato con helado.

— Pero... no era necesario preocuparte tanto...

Las Cenizas De Mi Voz | Present Mic [Hizashi Yamada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora