Las Cenizas De Mi Voz | Present Mic [Hizashi Yamada]

CAPÍTULO: 2

Los días transcurrían. Y mi miedo aumentaba.
Intentar mantener la calma para no causar problemas con mi quirk era una tortura.

Aún recuerdo ese pasado. Ese pasado tan oscuro.

Todo sucedió un martes por la tarde...
Y ese día quedó grabado para siempre.

Mi mayor miedo, inseguridad y preocupación. Se encontraba en mí.

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— ¡Buenos días T/N!.

Yuriko se acercaba a mí felizmente. Es una amiga de trabajo que conocí.
Se encarga de limpiar exclusivamente el estudio de Hizashi, desde que acepté el trabajo también el mío, ya que prácticamente también forma parte del de Hizashi.

— Hola Yuriko, ¿como estás?.

— Bien! —Me dedicó una sonrisa—.
— ¿Dónde está Mic?.

— Lo estoy esperando, dijo que esta vez llegaría un poco más tarde.

— Que raro, por lo general es de los primeros en llegar. Oye por cierto, ¿qué tal te va con el trabajo?.

— Me va bien, llevo semanas trabajando aquí y me encanta.

— ¡Me alegra oír eso!.

— ¿Me extrañaron? —Mencionó Hizashi mientras llegaba—.

— Ya llegó el rubio engreído —Bromeó Yuriko—.

— ¿Engreído?, ¿quién?, ¿Yo?.

— ¡No empieces Hizashi! —Ambos soltaron risas que retumbaron en los pasillos—.

— Y díganme... ¿que hacen aquí? —Interrogó Hizashi—.

— Yo debo limpiar tu estudio, pero adivinen quién tiene la llave para entrar, además, llegaste tarde.

— Corrección Yuriko, llegué siete minutos después —Dijo mientras abría la puerta—.

— Si... y siete minutos es llegar temprano... —mencionó sarcásticamente—.

— No seas aburrida Yuriko. ¿Y tú T/N?, tienes las llaves de tu estudio, ¿cierto?.

Cuando dijo eso, rompió mi burbuja de pensamientos.

— Si, si... la tengo pero... ¿podrías ayudarme con algo?.

— Claro que sí, para eso estoy —Dejó su café en la mesa del estudio—.

Fuimos hasta el mío.

— ¿Que necesitas saber lady?.

— ¿Podrías volver a explicarme cómo cortar comerciales? —Dije al cerrar mis ojos y esperar una respuesta—.

— Por supuesto que sí T/N —Rió ligeramente—.

Hizashi hablaba mientras me enseñaba cada paso a realizar.
En eso, sostuvo mi mano derecha y mencionó:

— Déjame enseñarte mejor...

— N-no creo que sea necesario sostener mi mano —La aparté de la suya—.

— ¿Por qué no?.

— Porque... porque... —Busqué una excusa—.

— Hmm? —Hizashi estaba muy confundido—.

— Porque así estoy bien, no te preocupes, viéndote es suficiente —Sonreí incómoda—.

— ¿Ok...?, entonces... sigue prestando atención.

— Claro...

Terminó de explicar y me observó.

— ¿You understand?. (¿Entiendes?)