Remember: 39

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Tres meses después.

—¡Riley! ¡Ya es tarde!

Miré el reloj en mi pared, y confirmé que mamá estaba exagerando.

—Falta media hora, mamá.

—Uno nunca sabe, así que camina, linda.

Me retoque el brillo de labios y me levanté del tocador, mirando a mi mamá. —¿Qué te parece? ¿Me queda bien?

Mamá se limpió una lágrima cuidadosamente para no arruinar su maquillaje. —Luces preciosa.

Se acercó a mi y tocó mi ya crecido vientre. Este campeón creció mucho en muy poco tiempo. En menos de un parpadeo, ya tenía cinco meses de embarazo.

—Bien, vámonos.

Tomó su bolsa de la cama y me abrió la puerta para salir. Papá estaba esperándome abajo, y tuvo la misma reacción que mamá cuando me vio. Me abrazó, me dio un beso en la frente y me dijo que esperaba que Jon fuera un gran esposo, o que de lo contrario, lo lastimaría.

—No serás el único, papá. — Le respondí, riéndome.

Salí de mi casa y me monté en el auto que papá rentó para llevarme al lugar de la boda. Sabe lo mucho que siempre he amado los coches clásicos, así que se encargó de conseguirme un Ford Falcón 74' de colección. Fue un pequeño capricho que quise tener hoy.

Llegamos con diez minutos de anticipación al lugar. Es un pequeño jardín, ya que no somos muchas personas. Por parte de Jon, no es mucha gente. Son sólo los muchachos, sus mujeres y uno que otro conocido. Por mi parte, es más familia que amigos.

No soy supersticiosa, así que no dudé ni un poco en buscar a mi futuro esposo cuando termine de saludar a todo el mundo, y lo encontré parado al pie de la pequeña capilla que hay en el jardín. Me miró y sonrió. Se acercó a mi, y conforme más se acercaba, más sonreía.

—Soy muy afortunado, ¿Lo sabías?

—¿Ah, si? — Me acerqué a él y rodeé su cuello con mis brazos. —¿Porqué?

—Tengo una esposa hermosa, un hijo al que amo, un trabajo que amo... ¿Qué más puedo pedir?

Sonreí y le robé un pequeño beso. —Puedes tener lo que quieras.

—Los tengo a ustedes. No necesito nada más.

Pegó su frente a la mía y luego me besó una mejilla. —¿Estás lista?

Asentí. —¿Y tú?

—¿Aún puedo correr?

Nuestras risas se mezclaron h se hicieron una sola. —Podrías, pero te alcanzaría.

Imitó el gesto de estar pensando y luego regresó su mirada a mi. —Igual, no podría aguantar mucho tiempo lejos de ti.

—Ya lo sé. — Sonreí. —¿Nos vamos? Deben estar esperándonos.

Caminos juntos hasta el lugar que nos correspondía, y en ningún momento soltó mi brazo. Solamente hasta que llegamos con papá. Él entró en la capilla, dejándome a solas con mi papá.

—Mírate... Ya eres toda una mujer. ¿En qué momento te convertiste en una?

Alcé los hombros. —No lo sé, papá...

—No importa. Lo único que importa es que seas feliz.

Le sonreí. —Lo soy, papá. Y creo que lo seré para siempre.

Me devolvió la sonrisa y me ofreció si brazo. —Entonces, vamos allá.

Me tomé fuertemente de su brazo y comenzamos a caminar hacia adentro de la pequeña capilla. Nuestra gente nos estaba mirando con atención y una sonrisa. No podía sentirme más feliz en ese momento. Iba a casarme con el hombre de mi vida, había vivido una historia digna de un libro, e iba a tener un hijo del amor de mi vida. Todo estaba perfecto.

Remember •|Always, Vol. 2|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora