Remember: 11

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Horas pasaron para que me permitieran entrar nuevamente... El doctor dijo que entró en paro y necesitaron mucho tiempo para reanimarla. Enserio, prefiero escuchar eso que haber escuchado que mi novia está muerta.

Sus padres no tardaron mucho en llegar y estuvimos los tres juntos hasta que el doctor salió de su habitación a decirnos que todo estaba bien y que dentro de unas horas, cuando saliera de terapia intensiva, podríamos ir a verla.

Me quedé sentado en la sala de espera las horas que fueron necesarias y solo veía entrar y salir gente. Al poco rato, llegaron cada vez más médicos, y salían un poco más tranquilos. Escuché que entre ellos hablaban de algo que era normal debido a lo que nos había pasado, luego, algunos me miraban y susurraban entre ellos... Pobre Joven, fue lo que alcancé a escuchar. Por un momento quise levantarme y decirles que no me importa que me echen la culpa, que asumiré toda la culpa que me toca y que haré que mi novia esté mejor... Que yo daría mi vida por la de ella si fuera necesario.

Sentí como algo dentro de mí se iba apagando. Quizás es la parte de ella que vive en mi y me maldije por pensar en tantas idioteces, pero es que mi novia estaba metida en una habitación llena de médicos, no sabía si había sobrevivido al paro y lo único que quería era que alguien saliera y me dijera que ella está bien y que puedo llevarla a casa, que es donde debe estar. En casa. Conmigo.

Las horas parecían torturarme y por un minuto quise pedirle al dueño del tiempo que dejara de atormentarme, pero el reloj no se detuvo. Sólo se hizo más lento, haciendo más larga mi tristeza, melancolía y tortura. La sentía correr dentro de mí, por todo mi ser, y ese fue el primer día en el que me di cuenta nuevamente de que sin ella, mi vida no tiene sentido... Luego entendí que detrás de todo eso, realmente deseaba estar muerto.

Cuando el médico salió, me miró fijamente a los ojos y no pude entender lo que trataba de decirme... ¿Qué había pasado?

—Hijo... Ven, tenemos que hablar.

Me tomó por los hombros y caminé con él hasta el final del pasillo... Del pasillo que tanto odio.

—Dígame qué pasó...

Mi voz sonaba en una plegaria desesperada. Quería que me dijera todo, y tenía esperanzas de que me dijera que ella está bien.

—Ella... Está bien, pudimos revertir el paro, pero... — Se acomodó los lentes y me sonrió un poco. -Quizás tú tengas que darte cuenta, y actuar como creas que debes hacerlo. — Lo miré, con lágrimas en los ojos, porque no sabía que decirle. No sabía si podría con tanto.

—Ya no eres un niño. — Prosiguió.:—Debes aprender a lidiar con este tipo de cosas... Entre más tiempo pases con ella, será mejor.

-—N-No entiendo...

—Entra a verla. Sus padres ya la vieron...

Me desprendí de su abrazo y caminé por el largo pasillo lleno de gritos espantosos hasta que llegué nuevamente a su puerta. Sus padres me miraron y su madre me acarició las mejillas y me dio un abrazo muy fuerte; el abrazo de madre que siempre me ha hecho falta.

No me dijeron nada... Sólo me dejaron entrar, y así lo hice... Y encontré a mi hermosa nena postrada en una camilla, con una mascarilla de oxígeno... Se veía tan callada que me dio miedo despertarla.

—Mamá... Mamá...

Me senté junto a ella y tomé su mano con cuidado... Finalmente sentí ese calor que ella tanto busca siempre, y le di gracias a la vida por devolverme a mi princesa.

—Mi amor...

Movió un poco la cabeza, pero no abrió los ojos. —Mamá...

Su cabeza giró un poco hacia mí y apartó su mano de la mía. Abrió sus hermosos ojos un poco, y su expresión al verme me rompió el corazón junto con sus palabras.

—¿Quién eres tú?

Remember •|Always, Vol. 2|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora