Remember: 25

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No recuerdo que este lugar fuera tan grande. La última vez me pareció pequeño por la cantidad de gente que había, pero vacío se ve gigante.

—¿Porqué no viene Rye contigo?

—Dijo que no se sentía bien. Seguro el vuelo hizo que se sintiera un poco mal.

Richie no dijo nada, sólo se levantó a afinar la guitarra. ¿Será que de verdad le dolía el estómago?











Me despreocupé luego de un rato, cuando me envió un mensaje diciéndome que el dolor se le había pasado y que se sentía perfectamente bien, y que quería que saliéramos a algún lugar si tenía tiempo cuando volviera. Le respondí que sí.

El ensayo no duró mucho tiempo. El cambio de horario está acabando con nosotros y apenas son las 5 de la tarde. Igual, quisiera pasar un rato con Riley.

No quise esperar a nadie, simplemente me despedí y me subí a un taxi para llegar lo más rápido posible con ella y llevarla a dónde quiera. Seguro quiere que vuelva a llevarla al London Eye, o a dónde sea, sólo quiero pasar un rato con ella.

Cuando subí a la habitación la encontré poniéndose un poco de maquillaje. Cuando me vió a través del espejo saltó hacia mí y me abrazó tan fuerte como nunca. Tenía en los labios una sonrisa de oreja a oreja y sus ojos estaban encendidos de emoción nuevamente.

—Te extrañé.

—Sólo me fui tres horas, nena.

—Me parecieron una eternidad.

La tomé de las mejillas y se las llené de besos hasta cansarme. —¿A dónde quieres ir?

—No sé... Sólo quiero ir contigo a algún lugar.

Pensé unos minutos y finalmente me decidí por llevarla al planetario del observatorio real. Le encantan la luna, las estrellas y todo lo que tenga que ver con el universo, así que busqué la dirección. Queda a unas 5 calles de aquí, no es demasiado lejos, así que optamos por ir caminando.

Salimos del hotel y caminamos tomados de las manos entre la nieve que comenzaba a caer. Londres en esta época del año es bastante mágico. Jamás creí que vendríamos exactamente dos años después. Faltan unos días para el cumpleaños de mi hermosa nena, pero aún no sabemos que haremos. No sabemos que haremos si tenemos que quedarnos o que haremos cuando regresemos.

Un par de personas se acercaron a nosotros buscando una foto o algo por el estilo, pero aún así, pudimos caminar realmente tranquilos hasta que llegamos al planetario.

Pagamos 50 libras por ambos para poder entrar. No recordaba que fuera tan caro.

La visita empieza con un pequeño salón en donde te muestran los nombres de las estrellas principales en el universo. Jamás olvidaré su rostro mirando al techo del planetario, pintado del color del firmamento. Por un momento vi el universo completo dento de sus ojos y descubrí que estoy todavía más enamorado de ella. Descubrí que no necesito nada más que el cielo y los otoños que encuentro en sus ojos. Quisiera estar con ella toda mi vida.

Entramos dos veces a la sala donde se proyectan las estrellas fugaces. Es realmente impresionante, y ahora entiendo porque ella ama tanto estas cosas.

Al salir del planetario la llevé por un café, y tuvimos la suerte de ver el cambio de guardia en el palacio. Rye me dijo que si pudiera, viviría aquí. Yo viviría en cualquier lugar, pero con ella.

Volvimos al hotel cerca de las 9. Riley no cabeceó en el taxi ni una sola vez, pero de recostó en la cama y cayó rendida. Sus últimas palabras fueron que se sentía algo cansada desde hace varios días, y lo entiendo. En casa ella y Carly van de un lado para otro, así que no importa, mañana será otro día y la llevaré conmigo para que no se quede aquí.

La miré dormida en la cama y me recosté junto a ella unos minutos. Sus preciosos ojos están cerrados y unos cuantos mechones de cabello le cubren la cara. Amo a esta mujer con cada fuerza que sale de mi, y quisiera decírselo todo el tiempo. Quisiera decirle que quiero estar con ella siempre y que quiero que en un futuro tengamos la familia más hermosa de todas...

Remember •|Always, Vol. 2|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora